Estudiantes y pruebas nacionales

Estudiantes y pruebas nacionales

Estudiar antes”, definían al estudiante mis fenecidos maestros Rafael Germán Benítez y Luis Encarnación Nolasco; oía esa expresión cursando el Nivel Básico y Medio cuando alguno de mis compañeros alcanzaba calificación mínima. Jamás lo olvidé.

Los de notas buena-excelente colaborábamos en revisión y calificación de exámenes, trabajos prácticos, ganando puntuación acumulada; un estímulo al estudio y los fines de la educación dominicana. Así fomenté vocación docente experimentándolo de manera voluntaria durante doce años en el hoy Liceo Las Américas de Manoguayabo, con escasas herramientas didácticas.

La forma acelerada en que utilizamos los avances tecnológicos, a veces sub o sobre utilizados, especialmente adolescentes y jóvenes, excluye de toda interacción racional al usuario absorbio por algunas tecnologías; unos se sustraen otros se dejan llevar por esta. Estudiantes en esas condiciones deben ser evaluados y orientados permanentemente en sus centros educativos y entorno familiar. La evaluación permite conocer a ese ser humano bajo nuestra tutela, monitorizar cumplimiento de tareas. El maestro debe evaluar diariamente, dedicar tiempo a revisar tareas, corrigiendo no tachando; cuando se conoce al estudiante se evalúa su trabajo.

Muchos utilizan el método “cortar y pegar” de la Internet, no aprovechan este valiosísimo medio para investigar y aprender, aprehenden contenidos y no son auténticos durante exámenes de Pruebas Nacionales; ahí se encuentran consigo mismos sin la tecnología.

Los resultados de las Pruebas Nacionales, igual que en 2013, cuando el 98.6% reprobó las cuatro asignaturas de la primera convocatoria, han llamado la atención, en primera convocatoria se habla del 60.18%, en la segunda a finales de agosto del 49.6% en la modalidad general. Tenemos maestros capacitados, estudiantes entusiasmados; tenemos el presupuesto demandado (4%), incremento de centros educativos, tanda extendida, gran movilización educacional, padres preocupados por preparación de sus hijos, una Estrategia de Desarrollo…¿qué falta?

Que maestros dediquen más tiempo a la evaluación integral de sus estudiantes con apoyo de padres y tutores; revisar y actualizar la Ordenanza 1-96 que establece el Sistema de Evaluación; que las PN pasen de ser “un cuco” para los estudiantes y sean convertidas en verdadaro medio de formar para la comprensión, asimilación y desarrollo de los valores.

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