Un nuevo estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) revela que República Dominicana posee uno de los sistemas educativos de América Latina y el Caribe más inequitativos e ineficientes, tanto en el uso de los materiales didácticos, como en el trato a los estudiantes.
Para el BID éste es un problema importante porque significa que niños con contextos socioeconómicos similares, pobres o ricos, a menudo tienen experiencias educativas diferentes. “Es evidente que se requiere una mayor rendición de cuentas. Y los ciudadanos deberían ser llamados a jugar un rol para ayudar a controlar la corrupción donde se produzca”, dice el BID.
El estudio muestra que el país tiene el nivel más bajo de equidad en la región en la disponibilidad de recursos educativos entre ricos y pobres de las escuelas, lo que llaman equidad horizontal.
Y es segundo en la llamada equidad vertical que significa que los alumnos de estatus socioeconómico similar (tomando en cuenta niveles de ingreso y nivel de educación de los padres) reciben un tratamiento diferente.
¿A qué responde este problema? De acuerdo al estudio del BID “Mejor gasto para mejores vidas”, este problema de inequidad que se repite también en otros países de la región se debe a que mientras algunos gobiernos locales pueden usar sus poderes discrecionales para destinar más dinero a los colegios que sirven a las familias pobres, otros gobiernos locales podrían decidir no hacerlo, generando inequidades en el financiamiento escolar de estudiantes con necesidades educativas similares.
O, en un peor escenario, políticos locales podrían pagar favores políticos con empleos temporales en escuelas, generando un exceso de profesores para las escuelas en sus distritos, mientras que los distritos vecinos de estatus socioeconómico similar carecen de medios.
El BID expone que en República Dominicana los bajos niveles de eficiencia y equidad sugieren que se requiere una política para impulsar la eficiencia del sistema antes de aumentar las inversiones en las escuelas públicas.
Destaca que en el país el gasto como porcentaje del PIB per cápita en educación se ha duplicado en los últimos 10 años. Pero sin embargo, ha habido una importante proporción de financiamiento extra que se utilizó para contratar empleados administrativos.
Por lo tanto el país tiene que gastar más pero también tiene que gastar mucho más eficientemente y, en varios casos, más equitativamente, de modo que el aumento de los insumos en el sistema escolar se refleje en mejores resultados o en un mejor aprendizaje.
Para la región en general el BID recomienda poner más énfasis en la contratación de buenos maestros, el insumo más importante para el aprendizaje, así como más énfasis para asegurar que las inversiones se enfoquen principalmente en los alumnos desfavorecidos, que debido a su punto de partida más precario, se benefician más de buenos maestros e instalaciones. También el BID aboga por mejorar la transparencia y la rendición de cuentas, ya que se percibe altos niveles de corrupción que sugieren prácticas como el clientelismo.