Un estudio comparativo realizado por la FAO y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) reveló que la población beneficiaria del programa Progresando con Solidaridad (Prosoli), presenta una mejoría en la calidad de vida en relación a los segmentos en igual condición, que no pertenecen al mismo. De manera específica se refiere al tema de la alimentación, puesto que demuestra que consumen alimentos más saludables.
Según la investigación que incluyó a mujeres embarazadas, madres en períodos de lactancia, menores de cero a cinco años y personas mayores de 65, los incluidos en el programa consumen una dieta más variada, muestran una prevalencia de peso adecuado y evidencian una mejor situación laboral. El estudio indica que el 12.3% de los grupos intervenidos tienen más viviendas propias que los que no participan en el mismo. Según la evaluación efectuada, que abarcó una muestra de 1,268 hogares, se refleja que los envejecientes participantes del programa de bajo peso es 10% menor que los que no pertenecen a la iniciativa gubernamental, cuyo resultado es de 44%.
En el grupo de las embarazadas, las que pertenecen al Prosoli están 2.1 en mejor peso, por encima del 56.8% de las evaluadas no beneficiarias. La ingesta de calorías y la inseguridad alimentaria presentó valores más positivos en el grupo. El estudio fue presentado por Carmelo Gallardo, de la Fao, en una actividad encabezada por la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández.