Estudio indica código sísmico de construcción deberá ser adecuado

Estudio indica código sísmico de construcción deberá ser adecuado

Con apenas cinco años de haber sido puesto en vigencia el Reglamento para el Análisis y Diseño Sísmico y de Estructuras deberá ser actualizado a fin de integrar sugerencias de técnicos franceses, italianos, españoles y dominicanos que realizaron el estudio “Amenaza Sísmica y la Vulnerabilidad Física del Gran Santo Domingo”.

Específicamente, se deberán modificar los artículos que tienen que ver sobre las amenazas y los valores a tomar en cuenta para la construcción de obras y hacerlas más resilientes.

Por más de tres años y con una inversión de 165 millones de pesos, 125 millones aportados por la Unión Europea, los técnicos levantaron informaciones con grandes detalles a fin de mejorar la capacidad de prevención, preparación y planificación ante sismos de la población del Gran Santo Domingo y tres municipios de San Cristóbal.

El área analizada tuvo una cobertura geográfica de 262 kilómetros cuadrados en ocho municipios: San Cristóbal, San Gregorio de Nigua y Bajos de Haina (provincia de San Cristóbal) y el Distrito Nacional, Santo Domingo Este, Santo Domingo Oeste, Santo Domingo Norte y Los Alcarrizos.

Los productos aportados por el estudio son: la microzonificación; actualización del mapa geológico y desarrollo de los mapas de licuefacción (derretimiento) y deslizamiento y suceptibilidad ante tsunamis.

También investigaciones sobre los niveles de vulnerabilidad física, morfológica y social del Distrito Nacional; capacitación de los Comités de Prevención, Mitigación y Respuestas (PMR) en los municipios citados; propuesta de actualización del reglamento o código sísmico, un diplomado para ingenieros y arquitectos en construcciones sismorresistentes, así como un curso superior para maestros constructores. Además de donación de equipos para la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad.

Los detalles del estudio fueron presentados durante el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio por Alberto Navarro, embajador de la Unión Europea; Ana María Pérez, representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); Santiago Muñoz, director del Servicio Geológico Nacional; Miguel Llorente Isidro, jefe de la Unidad de Galicia del Instituto Geológico y Minero de España (IGME); Jaime Abad, representante del Servicio Geológico Francés; Lucio Trifiletti, responsable del Centro de Investigación sobre Gestión de Riesgos de Italia.
Bernardo expresó que el proyecto tuvo como punto de partida el terremoto de Haití de 2010 de 7 grados, el cual provocó la pérdida de miles de vida y gran destrucción de infraestructuras, por lo cual se enfocaron en la prevención.

Informó que se evaluaron 23 edificios públicos estratégicos, dos de ellos al detalle: de la Comisión Nacional de Emergencias y el Juan Pablo Duarte o Huacal.

¿Cuáles son los riesgos? Con relación a cuáles son los puntos más vulnerables ante la ocurrencia de un sismo, los técnicos coinciden en que esto tiene que ver con el tipo de suelo, el nivel de expansión de las ondas y seguridad de la construcción.

Es decir, en un determinado territorio una edificación de dos niveles podría ser menos resistente que una más alta.

Sin embargo, a nivel de suelo entre los puntos más vulnerables de Santo Domingo están Los Prados, San Gerónimo, Santo Domingo Este, parte baja de la Ciudad Colonial, La Barquita, La Ciénaga, Los Jardines, Haina y otros terrenos arcillosos y de inundación.

Muñoz detalló que los suelos más resistentes están ubicados en la parte sur desde el Malecón hasta la 27 de Febrero. Citó que uno de los problemas elementales de la zona analizada lo constituyen las construcciones informales, pues en el país se ha hecho habitual que se amplíen edificaciones sin contar con un diseño para eso.

En términos generales, Muñoz indicó que el Gran Santo Domingo tiene un nivel de vulnerabilidad media, pero hay áreas que pueden situarse en los extremos.

Ahorro. En tanto que Llorente destacó que el proyecto implica un ahorro de 16 millones de euros en pérdidas, pues por cada dólar que se invierte en prevención se ahorran cuatro en daños.

Al ofrecer detalles metodológicos del proyecto, indicó que se usaron 2,000 imágenes aéreas y 3,000 satelitales, con precisión de 10 a 50 centímetros y se usó una tecnología novedosa para tener precisión extraordinaria de las aceleraciones.

Explicó que se analizaron 2,000 rocas extraídas en perforaciones de hasta 80 metros, y analizadas en cada centímetro.

Indicó que se estudió el proceso se licuefacción y cómo algunos suelos que son rígidos pueden convertirse en líquido y “tragarse” cualquier edificio. Obtuvieron, además, una batimetría de la zona costera de muy alta resolución.

Microzonificación. Abad se refirió al trabajo sobre microzonificación, que es una segmentación del terreno por características similares que podrían tener igual respuesta a la onda del sismo.

En el estudio se identificaron siete zonas homogéneas por comportamiento sísmico, o sea, que tendrían un comportamiento específico frente a la fuerza de un sismo.

Uso de suelo. De su lado Trifiletti destacó que los hallazgos servirán para planificar mejor los usos del territorio y reducir los niveles de exposición de la población ante cualquier sismo.

Destacó que uno de los elementos que hay que mejorar es la ruta de evacuación, tras poner como ejemplo el barrio de Villa Juana, que fue analizado, arrojando que en este sector debe educarse.

También apuntó que debe hacerse levantamiento en otros barrios de la ciudad para determinar qué tan preparados están en materia de evacuación.

“Hasta ahora en el Caribe no se había hecho un estudio con el nivel de precisión que tiene el que se acaba de desarrollar en República Dominicana, pues se analizaron 57 millones de elementos”, concluyeron los técnicos.

Recomendaciones. Entre las recomendaciones hechas en el estudio se cuentan:
-Formular planes de desarrollo/ordenamiento municipal que tomen en cuenta las condiciones reales de riesgo del área investigada.

-Formular planes de emergencia adecuados a las realidades de los ocho municipios estudiados.

-Definir los niveles de vulnerabilidad de otros edificios estratégicos.

-Planificar e implementar planes de remediación a corto, mediano y largo plazos que garanticen la funcionalidad de los edificios en caso de sismo.
-Monitorizar el comportamiento de 23 edificios públicos.

-Sensibilizar a los distintos sectores públicos y privados hacia una actitud resiliente.
-Sensibilizar a la población sobre cómo deben actuar en caso de terremotos o tsunamis.

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