Aborto

<p>Aborto</p>

La práctica del aborto, que está prohibida por ley, constituye en este país un serio problema de múltiples implicaciones.

De principio, plantea un problema de responsabilidad moral, pues aunque toda pareja sabe las consecuencias de una relación carnal no protegida, muchas incurren en la misma a pesar de no desear hijos.

En términos de salud pública existe el problema de que muchas mujeres se practican abortos por medios no clínicos, poniendo en riesgo sus vidas.

Recientemente publicamos informaciones sobre el alto número de casos de mujeres atendidas en los hospitales después de practicarse abortos por medios rudimentarios.

Por otra parte, el hecho de que el aborto está explícitamente prohibido convierte esta práctica en costosa y en fuente de abundantes ingresos para algunos médicos.

El aborto es una consecuencia dramática de la relación irresponsable entre parejas, sobre todo entre adolescentes sin  la necesaria orientación acerca de la responsabilidad que entraña la procreación.

Hay quienes defienden el aborto como el derecho de la mujer a interrumpir un embarazo no conveniente, pasando por alto que está implícita la premeditación para la supresión de una vida en gestación que, por más que se alegue, es realmente una vida.

-II-

Un grave problema social que afronta el país es el hecho de que son cada vez más jóvenes las parejas que se inician  en las relaciones sexuales, lo que hace abundantes los embarazos no deseados y, por vía de consecuencia, los abortos.

Son muchas las jóvenes que pierden la vida o quedan afectadas por procedimientos rudimentarios para matar la criatura. Inclusive, muchas pierden la vida tratando de librarse del feto.

En las últimas horas han sido cerradas tres clínicas en las cuales, según afirmaciones del Ministerio Público, se estaría practicando el aborto. No ha quedado claro si la Secretaría de Salud Pública ha jugado el papel que le corresponde en este aspecto.

Nos parece que al margen de la aplicación de la ley que prohíbe esta práctica, hay que diseñar políticas de orientación para los jóvenes, destinadas a hacerles saber las consecuencias de las relaciones íntimas irresponsables, los riesgos del aborto y sus implicaciones legales y morales, y la importancia de la estructura familiar.

En el caso del aborto no se trata únicamente de medidas de represión, pues toda acción represiva se estaría ejerciendo sobre hechos consumados. La orientación y la prevención, ante todo, deben ser puestas al servicio de las parejas para que aprendan a manejar sus relaciones.

Es preciso que esta labor de orientación comience en las mismas escuelas, entre los adolescentes, para que el manejo responsable de sus relaciones haga decaer las cifras de abortos, que es alta y preocupante.

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