EEUU: Examinan acuerdos laborales de no competencia

EEUU: Examinan acuerdos laborales de no competencia

ATLANTA, Georgia, EE.UU.. La trabajadora de un restaurante de comida rápida Caitlin Turowski tiene una cosa en común con los altos ejecutivos empresariales: Cuando renunció a su empleo no podía trabajar para un negocio de la competencia.

Contratada como chofer de entregas a domicilio para al restaurante de sándwiches Jimmy John’s y más adelante ascendida a subgerente, Turowski dice que firmó un acuerdo de no competencia por dos años que le prohíbe trabajar para rivales en un área de tres millas de cualquier Jimmy John’s.

Agobiada por largas horas de trabajo y baja paga, Turowski renunció en julio y poco después comenzó a trabajar para una compañía de telemercadeo de seguros, por menos sueldo. Ella pudiera ganar más como camarera o en un bar, pero tiene miedo a ser demandada.

“Estamos pasando trabajos”, dice Turowski, ahora parte de una demanda por violaciones salariales y el acuerdo de no competencia. Esos acuerdos son más conocidos en los contratos de altos ejecutivos que tienen secretos comerciales de interés a competidores.

Sin embargo, documentos en las cortes muestran que las restricciones han maniatado también a doncellas en Chicago, una manicurista en Texas, instaladores de televisión por cable en Michigan y trabajadores agrícolas en Washington.

En octubre, congresistas demócratas les pidieron a la Comisión federal de Comercio y al departamento de Trabajo que investiguen. Los acuerdos para trabajadores de bajos salarios pudieran atraparles en sus puestos actuales, lo que permite a sus empleadores pagarles menos, dicen expertos.

“Tiene un efecto paralizante en las personas a la hora de tratar de buscar empleo, porque temen ser demandadas”, Kathleen Chávez, abogada de Turowski y otros. “No es como para los trabajadoras altamente calificados y bien pagados, que pueden decir: `Está bien, demándame, yo me defiendo”’.

Las empresas pudieran usar los acuerdos de no competencia porque temen perder dinero entrenando a trabajadores que luego renuncian o llevan secretos comerciales a un rival. “Uno ciertamente no quiere que alguien de la competencia conozca lo que tienes”, dijo el portavoz de Home Depot Stephen Holmes.

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