Carta

Carta

De Polanco Salvador
Señor director:

Me dirijo a usted para referirme al contenido de su columna «Coctelera» del 15 de diciembre próximo pasado.

Un párrafo del artículo dice: «se llegó a decir, por lo bajo, que Philippe contaba con muchos amigos poderosos en las Fuerzas Armadas, especialmente en el Ejército Nacional, que se encontraba, creo, bajo el mando del Mayor General Manuel Polanco Salvador, quien lo había conocido cuando era agregado militar»…etc.

En ese trozo pequeño del artículo mencionado se entremezclan algunas pequeñas e inocentes verdades con imprecisiones argumentativas que no me gustan en lo absoluto, porque parecen señalar a mi persona como protagonista de sucesos sórdidos, que repugnan a la condición de honorabilidad con la que siempre he tratado de conducir mi vida, como hombre y como militar.

Verdades: Cierto que me llamo Manuel Polanco Salvador; cierto que fui jefe de Estado Mayor del Ejército Nacional; cierto que llegué a ostentar el rango de mayor general de esa rama de las Fuerzas Armadas, y cierto que fui agregado militar en la embajada dominicana en Haití bajo el mando del entonces embajador, general Oscar Padilla Medrano.

Imprecisiones: No conocí al señor Philippe durante mi estancia en Haití, por tanto, no puedo ser uno de sus «amigos poderosos en las Fuerzas Armadas». Es más, es probable que para los tiempos en que me desempeñaba como agregado militar en Haití, este señor fuera no más que un mozalbete de catorce o quince años.

En consecuencia: no soy su amigo; no lo ayudé a entrar en nuestro país; no lo impulsé a formar un ejército ni a entrenarse, ni a conspirar, ni tampoco lo ayudé a penetrar a Haití por la frontera. Si hubo alguien que hizo todo esto, favor de apuntar hacia otro lado.

Quiero decirle, estimado amigo que reconozco que es usted un hombre serio y un periodista veraz y objetivo. Por tanto, atribuyo la molestia que me ha causado lo insinuado en su artículo, a conjeturas y desinformaciones que parecen ser gajes de un oficio que sé que es poco grato, y nada fácil.

Por último, deseo manifestarle que soy de los primeros en repudiar a un señor que, al igual que Aristide, disfrutó de nuestra generosa hospitalidad y es capaz de participar en un acto tan bochornoso como el escenificado contra el doctor Leonel Fernández, a quien no sigo políticamente, pero a quien respeto porque es el Presidente de mi República Dominicana.

Muy atentamente,
Manuel Ernesto Polanco Salvador
Mayor General E.N. (DEM) (R)

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