Es una ciudad que no se deja sorprender. Escenario perfecto para los que quieren diversión, rumba, rica comida, exquisita artesanía y realizar turismo de negocios y convenciones, uno de las principales fuentes de ingresos
POR MARGARITA QUIROZ
CARTAGENA.- Bogotá se blinda y se asea así rezaba el titular principal del influyente periódico El Tiempo, en su edición del pasado sábado. El amplio fotorreportaje que continuaba al amparo de aquel llamativo titular informaba y describía el cambio radical que experimentaba, en apenas horas, la capital colombiana a la espera de la visita del presidente estadounidense Georges Bush.
El paso, de siete horas, de Bush, el domingo, por Bogotá trastocó indiscutiblemente la cotidianidad de esa ciudad. Calles y aeropuerto cerrados, instalaciones, por doquier, de modernísimo sistemas de seguridad, higienización de las calles y edificaciones en fin un verdadero caos. Eran medidas de seguridad nunca vistas, a juicio del matutino.
Al norte específicamente en el Caribe colombiano, Cartagena de Indias despierta a ritmo normal, como si no se enterara o no le importara lo que pasaba a apenas una hora, por aire, de allí.
Y, así continúo el día del sábado 10 de marzo. El candente sol del mediodía comenzaba a pegar con fuerza y la ciudad se movilizaba al compás del gran flujo de turistas, el asfixiante comercio informal, la amabilidad y gran educación del cartagenero y el vaivén de las olas del mar Caribe.
Cartagena es eso: una ciudad apacible, segura, amable, legendaria, romántica y alegre. Que se agita al mismo paso del que la visita, pero no del que está cerca.
Es una ciudad que no se deja sorprender. Escenario perfecto para los que quieren diversión, rumba, rica comida, exquisita artesanía y realizar turismo de negocios y convenciones, principales fuentes de ingresos.
Mantiene un flujo constante de turistas. Van y vienen. El viernes, por ejemplo, finalizó el Festival de Cine de Cartagena, en su versión 47, que en esta ocasión le rindió homenaje al nobel Gabriel García Márquez, por sus valiosos aportes al cine latinoamericano y fue dedicada a Cuba, como país invitado. El viernes se realizó también un seminario sobre Los nuevos protocolos médicos para tratar el asma y otro denominado La nueva cara de la menopausia donde participaron ocho expertos internacionales y periodistas de 10 países, incluyendo a la República Dominicana.
A partir de mañana y hasta el lunes, 31 directores de los principales periódicos de América latina se encontrarán en esta ciudad invitados por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que dirige Rafael Molina Morrillo, director de El Día.
A esta reunión ha sido invitado nada más y nada menos que Gill Gates. También Alan García, presidente de El Perú, el director del periódico El Tiempo, Enrique Santos y los escritores Tomás Eloy Martínez de Argentina, Gabriel García Márquez de Colombia y Jorge Edwards de Chile. El encuentro estará encabezado por el presidente colombiano Alvaro Uribe Vélez.
Para cerrar con broche de oro el mes de marzo del 26 al 29 se realizará allí, ante la presencia de los Reyes de España, Juan Carlos de Borbón y doña Sofía, el IV Congreso Internacional de la Lengua Española. Este evento, al que asistirán varios jefes de Estados y grandes personalidades de la literatura, está considerado como la actividad cultural más importante del año en Colombia.
Donde ir
Cartagena tiene dos caras: la antigua ciudad amurallada y la moderna, cada una con su encanto particular. Si alguna vez llega hasta allá no dejes de visitar el convento de la Popa, la Catedral y las iglesias San Pedro Claver y Santo Domingo.
Además el Palacio de la Inquisición, el cual tenía como fin denunciar los delitos contra la religiosidad. Este edificio es el ejemplo más importante de la arquitectura del siglo XVIII. El monumento a la India Catalina, una india que sirvió de intérprete al conquistador español Pedro Heredia, la Puerta del Reloj o puerta principal de la ciudad, el Centro de Convenciones más grande del Caribe, la Casa-Museo Rafael Núñez, el Teatro Heredia, los museos Naval y del Oro, así como las plazas de los Dulces, de los Coches y Santo Domingo.
A 40 minutos de la Ciudad Amurallada se encuentran Las Islas Rosario, un conjunto de 27 pequeñas islas de aguas transparentes y multicolores que se prestan para el buceo recreativo.
En el camino hasta allá, que se recorre en lanchas, aparece anclada una impresionante y gigantesca imagen de la virgen del Carmen, con un niño en brazos, la cual es considerada como la protectora de los navegantes.
Aquí se encuentra la Isla Grande, la más grande del archipiélago y la Isla Presidencial donde el presidente de turno y su familia van a vacacional.
En estas islas, un grupo de 16 guías llamados los Cangrejos Azules, y debidamente entrenados por el Ministerio de Medio Ambiente, ofrecen una caminata por el Sendero de la Interpretación Ambiental El Indio Encuera que conduce a una aventura del conocimiento entre un bosque seco, tropical, manglares, humedales, playas y espejos de agua. Aquí interactúan en una estrecha relación la fauna y la flora.
Una historia amurallada
Cartagena es una ciudad donde la historia se muestra palpable y conjuga este valor con extensas playas, bares, cafés, restaurantes y plazoletas, donde al caer la tarde se confunden turistas y locales para apreciar la belleza del entorno
Una vez el avión aterriza en el aeropuerto Rafael Núñez quien fuera presidente de Colombia en cinco ocasiones 1825-1894, y el único que ha gobernado desde Cartagena, se siente la aroma a una ciudad culta, legendaria, y con mucha tradiciones.
Y es que Cartagena a parte de ofrecer a sus visitantes 19 kilómetros de playas dentro del área urbana es una de las ciudades históricas más antiguas de América, y ante todo muy bien cuidada y custodiada.
Se trata de una hermosa y evocadora villa colonial construida por los españoles a partir del siglo XVI, rodeada por un extenso cerco de murallas. En esta legendaria zona turística se puede transitar entre estrechas callejuelas colmadas de balcones que vibran ante la variedad y colorido de la flor Trinitaria.
Es una ciudad donde la historia se muestra palpable y conjuga este valor con extensas playas, bares, cafés, restaurantes y plazoletas, donde al caer la tarde se confunden turistas y locales para apreciar la belleza del entorno, mientras una orquesta en vivo, apostada en cualquier esquina, invita a bailar con propuestas musicales que incluye desde vallenato, salsa, cumbia, merengue o bachata. Casi nunca reaggaton, al menos que se trate de una discoteca donde Daddi Yanquee, Don Omar y Shakira se escuchan insistentemente.