Crímenes

Crímenes

La delincuencia ha vuelto por sus fueros,  marcando un  repunte de violencia que reactiva los temores de la sociedad. Los asesinatos del foto reportero Manuel Castillo y el ex síndico de San Cristóbal Néstor Julio Santana, en hechos separados, dan una señal muy clara de que se ha quebrado la tregua.

Hay un claro desafío a la capacidad de los investigadores policiales y del Ministerio Público y, por supuesto, a un aparato judicial que está dejando mucho que desear.

Persiste aún entre muchos ciudadanos y entidades de la sociedad la percepción  de que en la administración de justicia los criminales parecen tener ventajas que no tienen quienes han resultado ser sus víctimas.

Se excarcela con pasmosa facilidad a gente que no soporta el peso de las evidencias que les incriminan y eso, en gran medida, explica los altos índices de reincidencia criminal.

La sociedad y sus instituciones tienen que levantar con más fuerza su voz para demandar mayor y mejor atención en materia de seguridad ciudadana, y una administración de justicia que despierte menos escepticismo, que inspire más credibilidad y confianza.

 

Adelante

La iniciativa que pretende transferir en favor de meritorias y reconocidas  entidades de servicio fondos del Presupuesto Nacional que fueron asignados a  organizaciones no gubernamentales fantasmas,  debería recibir un contundente respaldo y marcar el inicio del fin del laborantismo que se nutre del erario.

La transferencia beneficiaría al Poder Judicial, la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Corazones Unidos, Asociación Dominicana de Rehabilitación, Instituto Dominicano de Cardiología, Instituto Oncológico Doctor Heriberto Pieter y al Patronato contra la Diabetes.

Cada una de las entidades citadas anteriormente tiene un historial amplio de realizaciones tangibles de beneficencia social que la hace merecedora de apoyo financiero.

No se puede decir lo mismo de muchas de las ONG regidas por legisladores y que  no han dejado huella.

De paso, los organismos encargados de fiscalizar el uso de los recursos del presupuesto deberían interesarse por establecer cuáles de estas ONG llenan los requisitos y cuáles son simplemente entelequias.

Sería un gran logro que esta iniciativa inspire en ambas cámaras del Congreso el interés por asumir con mayor celo su papel de escrutar el destino que se da a los fondos del presupuesto, y reorientarlos si fuese necesario.

En alguna medida, el Congreso juega un papel de fiscalización importante en lo que concierne a la asignación y manejo de fondos a través del Presupuesto de Ingresos y Ley de Gastos Públicos. El proyecto que inspira este comentario así lo muestra.

Adelante con esa iniciativa.

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