Tres muertos, entre ellos un oficial retirado del Ejército de RD y más de 300 casas inundadas fue el resultado de la crecida de la cañada Los Ríos, en Santo Domingo, por las lluvias ocasionadas por la tormenta Cristóbal, mientras el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) mantiene en alerta la Capital y 20 provincias y llama a la población a tomar medidas para salvar vidas y evitar daños a la propiedad.

Los ahogados por la cañada que subió a varios metros, incluso por encima de viviendas de sus alrededores, fueron el teniente pensionado Angel Osvaldo Fortuna Mejía, de 38 años; Julio Antonio Mateo Agramonte, de 59, y Edison Vicente, de 18 años.

Habitantes de las casas inundadas sacaban colchones, ropas y otros ajuares, la mayoría dañados por las aguas contaminadas de la cañada que arrasaron en el callejón Puerto Rico.

Los tres fallecidos eran velados en la funeraria Madre Vieja, en el mismo sector, luego de que los cuerpos fueran trasladados del Instituto de Patología Forense.

El jefe del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional, general Oscar Guillermo García, informó que Fortuna Mejía acudió a ayudar a rescatar una yipeta atrapada por la crecida de la cañada sobre el puente de la calle G, cuando fue arrastrado por el agua.

El oficial de los bomberos dijo que brigadas de ese cuerpo, familiares y vecinos amanecieron buscando a la víctima hasta encontrar su cadáver después de las 6:00 de la mañana de ayer, próximo a la carretera La Isabela, a más de dos kilómetros del punto en el que cayó.

El general García señaló que Fortuna Mejía desapareció en momentos en que el Cuerpo de Bomberos rescataba el vehículo junto a su conductor en apuros, quien una vez en tierra firme encendió el aparato y se marchó abruptamente sin dar tiempo a tomarle datos, tanto de él como de la yipeta.

Desgracias. Mateo Agramonte, quien vivía en Villa Marina, próximo al kilómetro Nueve y Medio de la Autopista Duarte, cayó a la cañada luego de que fuera alertado por los vecinos para que saliera del hogar porque el agua penetraba con fuerza a la vivienda.

Teófilo Mateo Agramonte, hermano de la víctima, relató que su pariente había tomado alcohol y cuando salió de la casa falseó y cayó sobre la corriente, siendo hallado varios kilómetros más abajo.

Vicente vivía en La Esperanza, Los Ríos y se mantenía de lo que encontraba en los zafacones en las calles. Su cuerpo fue recuperado próximo al río Isabela, tras un largo recorrido.

Tomás del Rosario Almonte, presidente de la junta de vecinos del lugar, hacía recolectas para los gastos fúnebres de Vicente, ya que su familia no encuentra siquiera para comer una vez al día.