Día Mundial del Consumidor

Día Mundial del Consumidor

La sociedad de consumidores es la más grande que existe porque desde que nacemos, y aun antes,  todos  pertenecemos a ella.

Efectivamente, consumimos el aire que respiramos, los alimentos que ingerimos, el gua que tomamos, y todo lo que nos sirve para vivir cómodos y saludables en este planeta. De manera que a lo largo de nuestra vida  consumimos variados artículos  y servicios.

El 15 de marzo de 1962  el entonces presidente de los Estados Unidos John Kennedy  anunció los derechos de todos los consumidores e invitó a celebrar  este día como Día Mundial del Consumidor.

Pero no fue  hasta el 15 de marzo de 1983, más de veinte años después de ese discurso,  cuando se celebró por primera vez.

Luego, dos años después,  el 9 de abril de 1985, la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó las Directrices de Naciones Unidas para la Protección de los Consumidores,  y de esta manera quedaron  los derechos de éstos elevados a una posición de reconocimiento y legitimidad internacional.

Los niños  y niñas deben ser consumidores  responsables, tanto con los productos comprados, como aquellos que nos proporciona la naturaleza de forma gratuita.

Desde temprana edad deben estar informados acerca de la calidad y  precios de los productos;  saber las leyes que nos protegen,  cómo podemos ahorrar  agua y energía; las cosas que podemos hacer para contribuir a tener un ambiente más sano; y  la importancia del  reciclaje.

También debemos  ser consumidores solidarios  que consideran  los efectos de su consumo en los demás. Por ejemplo, jamás debemos ir a nuestra escuela con perfumes, primero porque es inadecuado,  y porque no sabemos si algún compañerito es asmático o  alérgico y el olor le hace daño.

Los niños también deben saber cuáles productos no se venden a menores de edad, como los cigarrillos y el alcohol y negarse rotundamente  cuando alguien quiere enviarlos a comprarlos.

Es bueno saber las leyes que nos protegen como consumidores y de esta manera podemos ayudar a papi y a mami cuando los acompañamos a ir de compra.

Y,  sobre todo,  que con nuestro consumo responsable, estamos comprometidos  con  el desarrollo y la vida de las futuras generaciones. ¡Oh! Esto si es serio.

Como ven, amiguitos, como consumidores tenemos deberes y derechos.

Y esos derechos y deberes vamos a conocerlos y a reconocerlos.

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