Diplomacia abre puerta de esperanza tras peor noche de bombardeos

Diplomacia abre puerta de esperanza tras peor noche de bombardeos

Javier Martín
Beirut, 5 ago (EFE).- Bajo los bombardeos israelíes más intensos desde que hace más de tres semanas estallara la guerra, el Líbano pareció asomarse hoy a una posible solución política del conflicto, que podría llegar en los próximos días.

   La diplomacia internacional consiguió abrir una nueva ventana después el Ejército judío realizara durante la noche más de 70 ataques aéreos contra diversas poblaciones del sur del Líbano, en especial Tiro, y emprendiera 250 operaciones bélicas que concluyeron con al menos una decena de personas muertas y heridas.

   A media tarde de hoy, Francia anunció que había llegado a un acuerdo con Estados Unidos para presentar una propuesta de alto el fuego conjunta ante el Consejo de Seguridad.

   Horas antes, el secretario de Estado norteamericano para Oriente Medio, David Welch, ya había despejado el camino al asegurar en Beirut que su país «desea ver el fin de la terrible violencia» que ensangrenta el Líbano e Israel desde el pasado 12 de julio.

   «Queremos apartar para siempre esta terrible violencia de la que hemos sido testigos en las pasadas tres semanas», dijo el diplomático estadounidense a los periodistas tras su entrevista con el primer ministro libanés, Fuad Siniora.

   «Creo que, con un último marco político apoyado por una fuerza internacional y la ayuda de las fuerzas libanesas, podremos todos juntos trabajar con el pueblo libanés para hallar un mejor futuro», agregó.

   Las palabras de Welch coincidieron con las noticias que a primera hora de la mañana indicaban que Francia y EEUU habían conseguido limar parte de sus diferencias y parecen caminar hacia la senda del consenso.

   Washinton y París diferían en el procedimiento para el alto el fuego.

   El Eliseo pretendía que sean la actual fuerza de la ONU destacada en el Líbano (FPNUL) la que garantice la calma mientras se despliega en la frontera la nueva fuerza internacional de interposición, acompañada por el Ejército libanés.

   La Casa Blanca defendía, sin embargo, que Israel permanezca en el sur del Líbano hasta que el nuevo contingente multinacional arribe a la zona.

   Por su parte, el Gobierno libanés insistía en que para cualquier acuerdo es necesario que cesen las hostilidades e Israel abandone totalmente las regiones meridionales libanesas.

   Según fuentes libanesas contactadas por Efe, así se lo había recordado hoy el jefe del Gobierno libanés al enviado estadounidense en Beirut.

   Welch también se reunió esta mañana con el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, convertido en el lazo directo con Hizbulá desde que arrancara la crisis.

   Mientras la diplomacia se movía en la capital, la aterrada población de la ciudad sureña de Tiro salía con miedo de sus casas para comprobar los daños que había causado la ofensiva nocturna de Israel, la más intensa en 25 días.

   Durante toda la noche, helicópteros artillados castigaron con dureza el antiguo puerto fenicio, donde resonaron los combates cuerpo a cuerpo.

   Al amanecer, tanto Israel como Hizbulá cantaron victoria, en un capítulo más de la guerra psicológica que ambos libran a través de los medios de comunicación.

   La Resistencia Islámica, brazo armado del Partido de Dios, afirmó que sus combatientes habían logrado repeler una acción de comando llevada a cabo por una unidad de elite del Ejército israelí, que había descendido en dos helicópteros al abrigo de la noche en una zona agrícola aledaña a la ciudad.

   El Ejercito israelí clamó, por su parte, que la operación fue un éxito, ya que consiguió eliminar elementos de Hizbulá y destruir sus infraestructuras, y pese a que ocho de sus soldados regresaron heridos, dos de ellos de gravedad.

   La batalla de Tiro supuso la muerte de siete civiles, entre ellos un soldado libanés que defendía una posición antiaérea atacada por Israel.

   Según fuentes castrenses libanesas, la unidad se vio obligada a repeler el ataque israelí, pero después no se implicó en los combates.

   Además, Israel castigo con saña durante la noche, por 25 día consecutivo, los barrios del sur Beirut, capital de calles vacías y negocios cerrados en la que ya comienza a escasear un bien muy preciado: la gasolina. EFE

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