Eduardo Estrella

Eduardo Estrella

Con la inscripción en la JCE del ingeniero Eduardo Estrella como candidato a la presidencia de la República en los comicios del venidero 16 de mayo, hecho significativo para el PRSC el 06 del presente mes de febrero, el país abre un paréntesis y una no pequeña oportunidad de una opción nueva, refrescante, potable y diáfana.

Porque como expresó en su lecho de convaleciente luego de ser intervenido quirúrgicamente el licenciado Rafael Flores Estrella (El Caribe 08 del presente mes), es menester procurar una opción entre el presidente Hipólito Mejía y el doctor Leonel Fernández.

Sin elaborar el juicio el licenciado Flores Estrella, que ahora me permito completar, Eduardo Estrella Vireya es la opción más saludable para los supremos intereses del país porque es el único que no tiene mácula, mientras Leonel Fernández tiene la de entregar sin grandes ventajas para el país el patrimonio que legó el generalísimo Rafael Leonidas Trujillo en CORDE, CDE y el CEA, mientras que Mejía ha orquestado el peor de todos los gobiernos en 160 años de vida republicana, un desastre económico, social y político sin parangón.

El ingeniero Eduardo Estrella, si el país se dispone a reflexionar un instante desapoderado de prejuicios, pasiones, conveniencias personales, como es lo que realizo en esta entrega, y en mi caso particular, tiene que convenir que el discreto y honesto cibaeño bendecido inclusive con cualidades como las que expreso en este párrafo por el finado líder doctor Joaquín Balaguer, es en realidad la única excelentísima opción que tenemos todos de esperar una administración decente, ecuánime (su obra gema personal), progresista y sin perjuicio de ningún sector, ni pobre, ni ricos, ni clase ¿media?.

Respaldo intra-partido es lo único que le ha faltado al ingeniero Estrella para capturar su candidatura presidencial, y que no se ha logrado por causas del egoísmo inútil, del licenciado Jacinto Peynado, que conociendo sus limitaciones políticas y de salud, ésta última muy reducidísima, ni como se expresa en el argot popular «ni lava, ni presta el lebrillo».

Ese, su principal escollo a sus aspiraciones legítimas y altamente convenientes para todos, dentro y fuera del PRSC, empero, es posible superar cuando los partidarios de Peynado asienten en que de no nuclearse en torno al candidato oficial del PRSC, en realidad estarán cortejando su desclasificación ante la JCE luego de un pobre sumario de votos en los comicios del 16 de mayo, aparte del ridículo partidario que traduciría ese percance, muy difícil de superar 48 meses después en las elecciones de 2008.

La sensatez, la cordura, la praxis, se presume deberán prevalecer en estos momentos en todos los ámbitos del PRSC, la parte sana de ese partido político que no es pequeña, para sepultar para siempre algunas aristas espinosas y ominosas que como todos los partidos políticos, cuestionan su pretérito, obligatoriamente juzgado por variopintos prismas.

Resultaría inconcebible que disponiendo el PRSC del candidato más idóneo para el próximo certamen cívico, desdeñen esa oportunidad de oro para reeditar la grandilocuencia de las obras de infraestructuras magnas realizadas en los 22 años, pero sobre todo en los primeros 12, con todo y su fardo excecrable de crímenes y peculado, que el presidente Balaguer ejecutó con recursos propios, con una pertinaz tirria en el endeudamiento externo que este gobierno ha pisado a fondo el acelerador peligroso, comprometiendo el decursar promisorio de hasta nuestros biznietos.

Con algunos minutos de reflexión imparcial, enalteciente para todos, Eduardo Estrella podría ser la opción entre los otros dos candidatos presidenciales que tanto el uno como el otro decepcionaron la confianza del elector.

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