El Festival Musical de Santo Domingo, que se inicia esta noche y durará hasta el 17 del  presente mes, abre para los amantes de la música la oportunidad de ponerse en contacto con la excelencia a través de las interpretaciones de un selecto elenco musical clásico cuyas presentaciones siempre han estado coronadas por el éxito.

El Teatro Nacional Eduardo Brito es el anfitrión para este festival, establecido desde 1997 gracias a una iniciativa de la Fundación Sinfonía.

Seis conciertos componen el repertorio clásico que tendrá como director artístico al laureado Philippe Entremont y como intérpretes a músicos de la talla de André Watts, Vitalij Kowaljow, Carolina Harrison, Ludwig Müller, Dan Zhu, Alvaro Manzano, Arturo Sandoval, José Antonio Molina, y las ejecuciones de la Orquesta del Festival, el Coro Nacional, la Orquesta Sinfónica Nacional y la Orquesta de Cámara del Festival.

Año por año desde su establecimiento, el Festival Musical de Santo Domingo ha sabido reunir excelencia para deleite del público amante de la música clásica.

En esta oportunidad, nuevamente, la excelencia garantiza el éxito, un éxito que debemos disfrutar a plenitud en cada una de las presentaciones.

Metales
Si hay una exportación nociva para el país, al menos en los actuales momentos, esa es la de metales.

En un año, tan solo en el puente Juan Pablo Duarte se han cometido robos por un monto que sobrepasa los tres millones de pesos, en metales de su estructura y cables del sistema de iluminación.

En la autopista Las Américas ha pasado otro tanto, pues kilómetros del alambrado de la iluminación han sido robados repetidamente.

Estos robos de cables eléctricos y de telefonía generan severas pérdidas económicas, no sólo para las compañías propietarias, sino también para la comunidad que queda a oscuras o sin servicio telefónico.

Por esas razones, las exportaciones de metales resultan contraproducentes, al menos en estos tiempos.