J.R.R. Tolkien, creador de la épica fantástica

J.R.R. Tolkien, creador de la épica fantástica

“Un solo anillo para gobernarles, un solo anillo para encontrarles, un solo anillo y en la oscuridad unirles”. Jon Ronald Reuel Tolkien nació el 3 de enero de 1892 en Bloemfostein, Sudáfrica. A los tres años se trasladó con su madre a Birmingham, ciudad originaria de su familia. Se graduó en Oxford en el año 1915, y un año después se casó con Edith Bratt, con quien tuvo cuatro hijos.

Después de servir en la primera guerra mundial, inició un distinguida carrera académica y fue profesor de anglosajón y de literatura inglesa en la Universidad de Oxford.

En 1954 publicó ‘El señor de los anillos’. Fue catedrático, doctor honoris causa por varias universidades y un reconocido filólogo. Murió el 2 de septiembre de 1973. Su carácter estaba cargado de humanidad.

Amante de la pipa y del buen tabaco, incansable narrador de cuentos, amigo de sus amigos, apasionado de los sonidos y las lenguas, y católico en Inglaterra. Este coctel dio lugar a una de las obras más inmortales de la narrativa épica universal.

[b]OBRA[/b]

‘El señor de los anillos’ es la consumación de la trilogía que comenzó con el libro ‘El Silmarilion’, obra que inicia la narración de los hechos e historias que acontecen en la llamada “Tierra Media”.

La “Tierra Media” es un espacio geográfico de épocas sin tiempo, que Tolkien comenzó a escribir en 1936 y que desarrolló arduamente durante 17 largos años. Fue publicada finalmente en 1954 en tres partes, ‘La comunidad del anillo’, ‘Las dos torres’ y El regreso del Rey’.

En un principio la obra de Tolkien fue circunscrita dentro del género de la literatura fantástica, en la cual encuentra cabida en una tierra atemporal, héroes de caballería medieval de diversas razas, magos, seres extraños y entes desconocidos. Todos ellos sujetos por causas del insondable destino a la eterna lucha entre el bien y el mal. Otros críticos la califican como una obra épica fantástica, en donde el héroe o la hazaña heroica es determinada por el desarrollo de los hechos.

Algunos intérpretes o estudiosos de la obra y vida del creador del ‘Anillo’, van aún más lejos, tomando en cuenta la época que le tocó vivir a Tolkien y de sus experiencias en la Primera Gran Guerra. Ven en la trilogía una especie de alegoría o suerte de “apocalipsis contemporáneo”, donde se refleja el peso inefable de la corrupción, entre otros aspectos propios de la dualidad del ser humano.

Aunque muchos siguen manteniendo ese punto de vista, el mismo Tolkien se encargó de desmentirlo, al afirmar que la misma no trata de nada, sino de sí misma.

“Ciertamente carece por completo de intenciones alegóricas, tanto generales, particulares o localizadas, como morales, religiosas o políticas”.

Lo que Tolkien hizo fue crear a partir de su conocimiento de la historia cultural universal, de su fecunda imaginación y sus grandes dotes de recreación y a través de la literatura, un universo que responde a sus propias leyes y a su devenir.

Su obra se superpone a los intentos de calificación, porque es algo más que un sólo género literario. Desborda cualquier definición. En ella no sólo se construyó una historia, también se le hizo su propia geografía, su cronología y hasta sus propias lenguas dotadas de fonética y gramática propias. Por esto y más razones, sus narraciones han fascinando a millones de jóvenes y adultos durante las últimas décadas del pasado siglo y el inicio de éste.

Publicaciones Relacionadas