Sin duda Justin Timberlake es el hombre el año, pero las mujeres demostraron que el pop es su reino en la ceremonia de los American Music Awards.
Alegre en todo momento, Timberlake logró un buen número musical y bromeó cada vez que estuvo frente al micrófono, pero Taylor Swift se llevó la noche y cuatro premios a casa, incluyendo el mayor reconocimiento a la artista del año, por tercera ocasión. Rihanna fue honrada con el premio Icono, a los 25 años. Y Miley Cyrus, Lady Gaga y Katy Perry seguramente dieron más de qué hablar al día siguiente con su facilidad para poner las premiaciones al borde del escándalo.
Pero Justin no tiene de qué preocuparse, pudo entrar en la lista de cinco momentos memorables de la ceremonia.
Primero Miley: — El gatito de Miley: ¿Qué fue eso exactamente? Lo podemos describir, sin problema: Cyrus interpretó su éxito “Wrecking Ball” a dúo con un gato gigante creado por computadora que movía la boca siguiendo la letra de la canción mientras flotaba en el espacio proyectado sobre una pantalla detrás de la cantante. Pero no lo podríamos explicar, de ninguna manera. Fue divertido y absurdo, un momento del que Salvador Dalí estaría orgulloso. Y al igual que en todas sus presentaciones hasta ahora, se volvió deliciosamente autorreferencial cuando el gato terminó la canción sacando la lengua al estilo de Cyrus.
— En representación de Celia: Tras la ceremonia sólo queda pensar cuánto tiempo se preparó Jennifer López para su homenaje a Celia Cruz. López lució sexy y deslumbrante dirigiendo a más de veinte bailarines a través de rutinas complejas sin equivocarse un paso en su versión de los clásicos de la Reina de la Salsa. Se cambió dos veces de vestuario en el escenario y terminó con uno de sus ya característicos leotardos con flequillos brillantes, ganándose triunfalmente al público mientras los bailarines caían rendidos a sus pies.
— Señor presidente: Tras imitar un acto sexual el fin de semana pasado en “Saturday Night Live” era difícil imaginar cómo trasladarían Lady Gaga y R. Kelly su actuación de “Do What U Want” el domingo por la noche. Pero sí que lo pensaron: Kelly apareció como presidente y Gaga como una amante estilo Marilyn Monroe. Aunque a lo largo de la canción Gaga bailó en el escritorio de Kelly y la relación quedó revelada en Instagram, como parte del show, el “presidente” negó la aventura al ser cuestionado por un reportero.
— La controversia: Como es costumbre la comediante Sarah Silverman dio justo en el clavo de un tema incómodo en la gala — el hecho de que haya cantantes blancos que ganen premios que suelen ser para artistas negros. Destacó que los nominados al álbum favorito de soul/R&B eran Timberlake, Robin Thicke y Rihanna: “Uno es un chico blanco del Club de Mickey Mouse, el otro el hijo del papá de `Growing Pains’ y la otra una cantante de raza negra, fuerte y conmovedora originaria del Caribe. No sé quién va a ganar, pero sí a quién le parecerá más irónico si pierde”.
Timberlake, quien también fue el artista masculino favorito soul/R&B, ganó en la categoría: “Gracias, Sarah. Tras haber crecido en Memphis, Tenesí, te puedo decir honestamente que es la primera vez que he sido discriminado racialmente por una mujer blanca”.
— Hola mamá: Monica Fenty, la madre de Rihanna, se apoderó de las cámaras cuando subió al escenario para entregarle el primer Premio Ícono en la historia de los AMA a su hija. La cantante la abrazó mientras hablaba y contó historias sobre crecer en Barbados tras recibir el premio. “En este momento no puedo creer que a los 25 años tenga un Premio Icono”, dijo Rihanna. “Incluso es raro decirlo en voz alta”.