CARACAS. AFP. La designación de militares en puestos claves del gobierno venezolano ha abierto un debate sobre la progresiva toma del poder por parte de los uniformados en las áreas económica y de seguridad ciudadana, las dos más cuestionadas al gobierno chavista.
«Claramente los militares están controlando lo económico, la inteligencia y las armas. Están en 25% de los ministerios (…) Los hombres con más poder del país tienen uniforme militar. Hay una toma del poder por parte de los militares», dijo a la AFP Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano. Embajadores, gobernadores, directores de universidades, un canal de televisión militar, banco de las fuerzas armadas, empresas de construcción, organismos encargados de aplicar rebajas forzadas de precios… la lista de militarización de la política venezolana puede ser extensa.
La tendencia incluye el lenguaje cotidiano del gobierno de Nicolás Maduro, quien llegó a la presidencia reemplazando al fallecido «Comandante Supremo», Hugo Chávez: guerra económica, batallas, ofensivas, combates, son términos aplicados por el mandatario y sus ministros a cada acto político, económico o social en sus frecuentes apariciones en televisión.
En la historia democrática venezolana, la Fuerza Armada ha sido considerada una institución prestigiosa en el país, dedicada a la defensa, pero a partir de la elección como presidente de Chávez en 1998 los militares comenzaron a ocupar cargos que usualmente estaban encargados a civiles y comenzaron los cuestionamientos sobre su papel. Esta es una práctica que Maduro ha extendido a su gobierno y con frecuencia se le ve acompañado de militares. El diario local El Nacional calculó en 368 los uniformados que han sido designados por el mandatario en los nueve meses transcurridos desde su llegada a la presidencia en abril de 2013. Para San Miguel, no puede hablarse de una «jugada política de Maduro». La experta en materia militar concluye que, en definitiva, se trata de «la ejecución real del poder que detentan las promociones de la intentona militar del 4F (el fallido golpe de febrero de 1992 encabezado por Chávez) y que hoy realmente controlan el país». Los temas económicos concentran el avance de los militares, el último la semana pasada cuando el general del Ejército Marco Torres, fue designado en el remozado Ministerio de Finanzas, fusionado con el de Banca Pública. Torres sustituyó al civil Nelson Merentes, un matemático que vuelve al Banco Central de Venezuela (BCV).
También es miembro de la Fuerza Armada el ministro de Transporte Acuático y Terrestre, Hebert García Plaza, quien además dirige el Órgano Superior de la Economía.