El hospital Francisco Moscoso Puello, ubicado en la zona Norte del Distrito Nacional, tiene sus salas de emergencia y consultas abarrotadas de pacientes, esto se debe al cierre del hospital Luis Eduardo Aybar y a la avalancha de heridos y traumatizados que llegan a través del Sistema de Emergencia 9-1-1.

Este hospital tiene una deuda con sus suplidores, superior a los RD$250 millones, pero las autoridades sobreviven y preparan el centro para vender servicios a las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS)

El personal hace esfuerzos ingentes para atender la gran cantidad de pacientes que llegan en una estructura con serias limitaciones y con menos camas para internamientos. Los doctores Belkis Pimentel y Manuel Quiñonez, directora y subdirector del hospital admiten que la sobrepoblación sobrepasa la capacidad del centro, pero aseguran que el personal médico y de enfermeras dan más de lo que pueden para brindar atención a los pacientes.