Nacionalidad

<p>Nacionalidad</p>

La próxima reforma de la Constitución, para la cual se ha hecho una amplia consulta popular, contiene aspectos que deben conducir a definiciones más acabadas y precisas en lo que concierne a la nacionalidad dominicana y los requisitos para merecerla y conservarla.

Este es un paso necesario para cualquier país que quiere establecer regulaciones migratorias y hacerle frente al grave problema de la inmigración furtiva.

En La Hispaniola se da el caso de que dos países de culturas, costumbres y situación económica muy disímiles comparten el territorio insular.

En semejantes circunstancias, el proceso migratorio es virtualmente unidireccional hacia el país con mejores condiciones de vida, y ese es el caso de la República Dominicana y Haití.

Muchos haitianos se han establecido furtivamente en la República Dominicana y han formado familia, y esto ha provocado grandes distorsiones de nacionalidad.

Por ejemplo, han sido declarados como dominicanos muchos descendientes de parejas haitianas que se establecieron en el territorio nacional y cuyos hijos han sido «dominicanizados» por el hecho de haber nacido de este lado de la frontera.

Hay también muchos extranjeros que se han «dominicanizado» de manera irregular, adquiriendo actas de nacimiento por medios fraudulentos.

II

Pero hay un segundo aspecto que tiene que ser enfrentado con mucha entereza y disposición, y es el de miles de dominicanos que carecen de actas de nacimiento y, por ende, de cédulas.

Una persona en esas circunstancias no tiene medios legales para demostrar que es dominicano o de cualquier otro origen.

La nacionalidad de un ciudadano tiene que estar documentada de una manera precisa y certera, que no deje espacio para dudas.

Aquí se impone un rediseño de los documentos de identificación, de manera que puedan resultar confiables y se dificulte su alteración, pero también una mejor supervisión de los procedimientos.

La falsificación o alteración de documentos de nacionalidad debería estar calificada como crimen.

En fin, que es necesario afinar todo lo que concierne a la nacionalidad, no sólo en las definiciones y requisitos, sino también en los medios para documentarla.

Calentamiento
El calentamiento global es una realidad que por mucho tiempo han tratado de minimizar las potencias industriales, que son las mayores responsables del efecto invernadero.

En esa tarea de ocultamiento e irresponsabilidad, algunas potencias industriales se han resistido, inclusive, a suscribir acuerdos de reducción de contaminantes atmosféricos, como los compromisos de Kyoto, por ejemplo.

Aquí, sin ser potencia industrial o mucho menos, hemos manejado con desparpajo el problema de la depredación de bosques, la contaminación industrial de los ríos y otras formas de contribución al efecto invernadero. El calentamiento global dirá cuándo vamos a ocuparnos de defender el ambiente.

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