POR INGRIS LEYBA
Como parte de las actividades conmemorativas al primer centenario del natalicio del fenecido ex presidente, la dirección de la Fundación Joaquín Balaguer ofreció la segunda de un ciclo de conferencias, esta vez a cargo del narrador y periodista Manuel Mora Serrano, quien disertó ¿Ha sido justamente valorado Joaquín Balaguer como un literato? durante un acto realizado en la Biblioteca Cardenal Antonio Beras Roja de la Universidad Católica de Santo Domingo.
La actividad presidida por Rafael Bello Andino, presidente de la Fundación Joaquín Balaguer, contó con la presencia de dirigentes del partido reformista, así como directivos de la entidad y personalidades ligadas al área literaria del país.
Rafael Bello Andino en sus palabras de bienvenida, manifestó el orgullo que representa para la Fundación contar con la participación del conferencista invitado, puesto que su disertación se enmarca dentro de los objetivos que se han propuesto, proyectar una faceta poco conocida en la acción vital de Balaguer, que aunque no alcanza su dimensión política, no por ello es menos significativa.
Sostuvo que la conferencia que dictará Mora Serrano tendrá toda la riqueza de su talento y su estilo sobrio e impregnado de su amplio conocimiento vernacular, lo cual garantiza que hemos incursionado con la mayor autoridad en la abundante bibliografía literaria de Joaquín Balaguer.
Tras su intervención, Mora Serrano dijo que Balaguer se sentía más poeta que todo lo demás, pues escribía y publicaba sus libros como un muchacho que tiene un juguete delicioso.
Expresó que la mayoría de sus libros han sido mal leídos, con pasión partidista o antipartidista, pero todos exigen lecturas mesuradas, libres de prejuicios contra o a favor del autor, y aunque Balaguer quiso vivir un exilio permanente como escritor, lejos del bullicio de las plazas, deseaba encontrar críticos leales con juicios independientes, algo casi imposible cuando se ha estado en el centro del cráter político.
Finalmente concluyó que valorar justamente al fenecido líder reformista en sus distintas facetas intelectuales tendrá que ser misión de las futuras generaciones.