Bor Keo (Camboya). Algo tan sencillo como contar correctamente el número de inhalaciones de un bebé puede ayudar a reducir el número de niños que mueren cada año por neumonía, la principal causa de mortalidad infantil en Camboya y a nivel global.   Esta enfermedad es la responsable del 17 por ciento de las muertes de menores de cinco años en el país asiático, según datos del 2013 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque organizaciones como Malaria Consortium consideran que el porcentaje podría alcanzar hasta el 30 por ciento de las defunciones.

“Los niños mueren porque los padres no ven en la tos una razón seria y no les llevan a tiempo a los centros sanitarios”, indica a Efe la oficial técnico de Malaria Consortium, Emily Dantzer.   Otra de las razones, según Dantzer, es el “mal tratamiento” de la enfermedad, que a veces es tratada erróneamente como otras patologías con síntomas similares como la malaria.

La OMS, que hoy presentó una campaña con motivo del día mundial contra la neumonía -que este año ha matado a unos 900.000 menores de 5 años en todo el mundo-, incide en que la innovación tecnológica puede evitar muchas de estas muertes.   En la localidad de Bor Keo, en la rural provincia camboyana de Ratanakiri, limítrofe con Laos y Vietnam, Malaria Consortium prueba unos instrumentos móviles y baratos para ayudar a comunidades que cuentan con escasos medios económicos.

Kuas Samir, una mujer de la etnia tompuon, se ha ofrecido para que los médicos prueben los aparatos en su hijo, tras acudir al centro sanitario en moto bajo la lluvia y dejar en casa a sus otros vástagos al cuidado del mayor, de diez años.   La madre espera pacientemente mientras el enfermero utiliza un cronómetro para calcular la frecuencia respiratoria de su hijo.

Para medir la respiración del niño, la ONG médica también usa una aplicación para teléfonos inteligentes, una buena opción dado el extenso uso de los móviles en las zonas rurales camboyanas.