Se hace mucho énfasis en la seguridad ciudadana, pero, ¿qué hacemos para llegar a la protección del ciudadano? Muy poco.
Nos basta un ejemplo: ¿Por qué la Digesett se hace de la vista gorda ante cientos de motoconchistas que andan haciendo su trabajo de forma inconcebible forradas sus caras y cabezas con los denominados pasamontañas?
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No solo eso. Los motoristas andan por esas calles de Dios como que nada les importa. Corren por las aceras de los peatones, se mueven en vía contraria, no respetan semáforos en rojo, como si para ellos no existen, y !ay de los zig-zag al manejar! Muchas de estas infracciones son cometidas ante las miradas cómplices de los agentes de la Digesett.
Un día en el semáforo de la avenida prolongación 27 de Febrero, cruce de Manoguayabo, preguntamos a una agente de la Digesett cómo es que esos motoristas pasan en rojo. «¿Y quién puede con esa gente?»
Fue su respuesta, monda y lironda.