SAO PAULO, AP. La Unión Europea y el bloque comercial sudamericano Mercosur están en condiciones de reanudar sus conversaciones sobre una zona de libre comercio, coincidieron en afirmar el viernes los presidentes de Francia y Brasil.
El mandatario francés Francois Hollande y la brasileña Dilma Rousseff hicieron declaraciones durante una reunión con empresarios en la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo.
Hollande se encuentra en Brasil desde el jueves, en una visita de dos días. Rousseff dijo que la zona de libre comercio ayudará a los dos bloques a “realizar su potencial aún inexplorado para el intercambio de productos y servicios”.
Hollande dijo que la UE debe estar dispuesta a “abrirse a Latinoamérica y otras zonas económicas”. El Mercosur incluye a Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela. El comercio bilateral suma unos 10.000 millones de dólares anuales, dijo Rousseff, y añadió que existe el potencial para incrementarlo.
Hollande dijo que Francia quiere aumentarlo a 20.000 millones de dólares para el 2020, lo que consideró es “un objetivo realista”.
Previamente, Hollande y el gobernador del estado de Sao Paulo, Gerardo Alckmin firmó dos acuerdos de cooperación en materia de obras sanitaruas, desarrollo sustentable, vivienda y transporte urbano.
El jueves Hollande dijo que Francia apoya una resolución presentada por Brasil a la Asamblea General de la ONU para poner fin a los excesos del espionaje electrónico, la recolección de datos y otras técnicas de vigilancia.
Informes recientes revelaron que Francia, Brasil y Alemania fueron blancos de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense. No hubo mención del plan largamente demorado de Brasil de adquirir 36 cazabombarderos.
Uno de los tres modelos en consideración es el Rafale de la francesa Dassault. Los otros son el F/A-18 Super Hornet de la estadounidense Boeing y el Gripen de la sueca Saab.
Hollande y Rousseff formaron acuerdos para la construcción y el lanzamiento de un satélite geoestacionario de defensa y comunicaciones y la creación de una compañía binacional formada por la naviera francesa DCNS y la brasileña Odebrecht para la producción de equipos para la defensa.