Puerto Plata. Noventa y seis presos preventivos están apiñados como sardinas en lata en un estrecho recinto carcelario que ha sido improvisado para tales fines por las autoridades judiciales, en la Dirección Regional Norte de la Policía Nacional.
Estos detenidos esperan por el conocimiento de sus casos en el Palacio de Justicia.
Familiares y otros parientes cercanos de prevenidos revelaron a HOY que la mitad de estos recluidos permanecen despiertos, mientras el restante duerme, pero a medianoche son despertados para que los que están despiertos por lo menos echen una pavita.
Señalaron que sus familiares tienen que dormir unos arriba de otros, lo que unido al intenso calor que azota a Puerto Plata, los hace vivir sumidos en un verdadero infierno, que provoca que muchos estén enfermos.
Esta situación se ha agravado luego de que las autoridades judiciales decidieran clausurar la cárcel preventiva que funcionó por más de 40 años en el cerrado Palacio de Justicia, ubicado en la calle Beller de esta ciudad.
Relataron que sus familiares están a punto de morir asfixiados, ya que el pequeño espacio que sirve de cárcel preventiva constituye una bomba de tiempo.
Dijeron que esta cárcel ha sobrepasado su capacidad por la sobrepoblación de reclusos que tiene, que corren un gran riesgo por la insalubridad y la falta de ventilación.
En septiembre, la fiscal de Puerto Plata, Alba Núñez Pichardo, y la Dirección de Prisiones decidieron clausurar la cárcel preventiva de la calle Beller, debido a que fallecieron tres reclusos por las condiciones inhumanas en la que operaba, ahora pasa igual.