Yo estaba presente cuando el doctor Rafael Molina Ureña se juramentó el 25 de abril en el Palacio Nacional, ante legisladores electos en diciembre de 1965, de acuerdo a los términos de la Constitución de 1963. Pronunció un emotivo discurso al país para anunciar su ascenso al poder “en estos graves momentos”.
Molina Ureña asumió la Primera Magistratura en su calidad de presidente de la Cámara de Diputados, ya que el doctor Juan Casassnovas Garrido se encontraba fuera del país.
Los primeros nombramientos emitidos por el nuevo mandatario recayeron en el coronel Miguel Hernando Ramírez, como ministro de las Fuerzas Armadas; doctor Maximo Lovatón Pittaluga, ministro de Relaciones Exteriores; coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, como ministro de Interior y Policía, entre otros.
Recuerdo que cuando el doctor Molina Ureña terminó su discurso pude acercarme a él para pedirle que me otorgara un pase para entrar al Palacio para cubrir esa fuente. Con una leve sonrisa me dijo que sí al tiempo de advertirme que “la situación era muy difícil”. Fui amigo de él desde que era presidente de la Cámara de Diputados, pues yo cubría el Senado de la República y siempre iba a su despacho para saludarlo.
Yo fui a cubrir la fuente del Palacio por instrucciones del jefe de redacción de El Caribe, Radhamés Gómez Pepín, ante la ausencia de Manuel de Jesús Javier García, quien era el redactor oficial asignado.
En medio de un intenso tiroteo al Palacio Nacional por parte de aviones de la antigua Aviación Militar Dominicana (AMD), subí a la tercera planta del Palacio Nacional para entrevistar al doctor Donald Reid Cabral, quien estaba detenido junto a Ramón Cáceres Troncoso en una habitación contigua al comedor. Donald pidió a los militares que lo llevaran a un lugar seguro para preservar su vida y la de Cáceres Troncoso.
Yo conocía perfectamente el Palacio Nacional, y me ofrecí para llevarlo a un despacho al lado de la consultoría jurídica, ya que estaba situado frente a la Casa de Guardia y cerca de la capilla religiosa.
Al despedirme de ellos, los militares se situaron en el pasillo frente al despacho para proteger a los triunviros de una turba de mozalbetes que vociferaban para que los entregaran. No supe cómo Donald y Cáceres Troncoso salieron del Palacio Nacional.
Al abandonar el doctor Molina Ureña la presidencia de la República, el Congreso elegido en 1962 juramentó el 5 de mayo al coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó como presidente constitucional en un acto efectuado en el Altar de la Patria.
A varios cuadras de allí. En el Edificio Copello en la calle El Conde se alojó el nuevo Gobierno constitucional, mientras que por otro lado, los militares que combatían a los constitucionalistas con el apoyo de los Estados Unidos formaron un Gobierno llamado de Reconstrucción Nacional, presidido por el general Antonio Imbert Barrera, héroe de la gesta del 30 de Mayo de 1961, que ajustició al dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina. Junto a Imbert formaron parte de ese gobierno el doctor Carlos Grissolía Poloney, quien había sido senador electo en 1962 por la provincia de Puerto Plata; Alejandro Zeller Cocco, Julio Postigo y Pedro Bartolomé Benoit.
Esta nueva junta de gobierno sustituyó otra que se había formado en la base aérea de San Isidro el primero de mayo y que la integraba Pedro Benoit, Olgo Santana Carrasco, de la Marina de Guerra, y Enrique Casado Saladín, del Ejercito Nacional.
Cuatro Meses después de haberse juramentado como presidente constitucional, el coronel Caamaño Deño renunció el 3 de septiembre a esa posición junto a los miembros de su gabinete ante la Asamblea Nacional reunida en la fortaleza Ozama, para dar cumplimiento a lo acordado en la famosa Acta Institucional que disponía la formación de un nuevo Gobierno provisional, presidido por el doctor Héctor García Godoy, un probo ciudadano que había sido Canciller del Gobierno de Juan Bosch y que fue recomendado, según se dijo en esa ocasión, por el “Grupo de Santiago de los Caballeros”, integrado por los más connotados empresarios de aquella ciudad. Era cuñado del ingeniero Tomás (Jimmy) Pastoriza.
El Acta Institucional había sido sugerida por una Comisión Ad Hoc de la Organización de Estados Americanos (EA), la cual estuvo integrada por el embajador norteamericano Elsworyh Bunker, el brasileño Ilmar Penna Marimbo, y el salvadoreño Ramón Clairmonth Dueñas.
Con la renuncia de Caamaño y la disolución del llamado Gobierno de Reconstrucción Nacional, se puso fin al conflicto armado iniciado el 24 de abril de 1965.
Una nueva etapa se iniciaba en la vida política dominicana.