Los supuestos términos político-electorales del pacto entre los partidos de la Liberación Dominicana (PLD) y Revolucionario Dominicano (PRD), tienen a muchos dirigentes de ambas organizaciones políticas con los nervios en alto.

Si bien hay mucha desinformación sobre los acuerdos de dicha alianza, la premisa general es que llevarán candidaturas comunes para la boleta congresual y municipal en las elecciones del año próximo.  Si se concretiza tal hecho, el Comité Político del PLD se convertirá en una sala de emergencias llena de pacientes con graves heridas.

El acuerdo interno en el PLD para “limar” las asperezas entre los sectores de Danilo y Leonel, que incluyó la repostulación de los actuales legisladores, así como de los alcaldes que “tengan buenos niveles de popularidad”, ha creado un descontento enorme en las bases y la dirigencia media del partido morado. Si a esto le agregamos que algunos de los beneficiados por el pacto “reelección por reelección” serían retirados de sus aspiraciones para darle cabida a los perredeístas, prepárense para el “llanto y rechinar de dientes”.

Del otro lado, los perredeístas, que sueñan con la repetición de sus diputados y síndicos, vivirán una pesadilla con la denominada alianza “lila”, pues algunos dirigentes del PLD ahora han dicho que como el PRD no representa electoralmente los resultados que obtuvo en el 2012, el acuerdo de una boleta común estaría condicionado al actual porcentaje de aceptación de esa organización y sus candidatos. En otras palabras, si no hay espacio para los anhelos de todos los peledeístas, mucho menos para los perredeístas.

¿Cómo armarán la boleta?

El Ayuntamiento de Santo Domingo Oeste lo dirige Francis Peña, del PRD, quien por demás busca reelegirse. Pero antes de finalizar el 2014, su padre, Francisco Peña, había lanzado su candidatura a la misma posición. Por demás, el diputado perredeísta Radhamés González también aspira a dirigir los destinos de esa alcaldía. En el PLD, los dirigentes Miguel Espinal y José Andújar quieren representar a su partido en la boleta por la sindicatura de Santo Domingo Oeste.

Lo que es un secreto a voces es que Andújar es el mejor posicionado para comparecer en la casilla de la alianza, pero el PRD no quiere perder ese puesto estratégico tanto a nivel político como económico. Lo cierto es que cualquiera que sea la decisión que tomen los altos mandos de ambos partidos, el descontento se hará sentir y nadie puede dudar de una eventual migración hacia el Partido Revolucionario Moderno (PRM).

En Santiago, el actual alcalde Gilberto Serulle fue postulado en el 2010 por el PRD. Es conocida la relación de Serulle con el Presidente Medina, así como sus intereses en continuar como edil de la Ciudad Corazón. En teoría, según la premisa general del acuerdo PLD-PRD, Serulle debería repetir su cargo. Es probable que si se analizan su índices de popularidad, su reelección estaría en riesgo. Dos líderes peledeístas de Santiago quieren ver su cara en la boleta: Fernando Rosa y Monchy Rodríguez. ¡Otro limbo!

La senaduría del Distrito Nacional es codiciada por varios dirigentes. Son públicas las aspiraciones del comunicador José Laluz y Manolo Pichardo por el PLD. En el PRD se ha promovido tímidamente el diputado Víctor Gómez Casanova, y las malas lenguas dicen que esa candidatura está reservada para Margarita Cedeño de Fernández, mientras otras señalan a Rubén Bichara.

¿Habrá espacio en la boleta “lila” para las candidaturas a diputado de Janet Camilo y Hiddekel Morrison en el Distrito Nacional? ¿Nombrará el gobierno a todos los insatisfechos por las imposiciones?

Mientras crece la rumorología en torno a este tema, la realidad es que imposible materializarse sin dejar fuertes heridas en ambas organizaciones.

Mi humilde sugerencia, sobre todo al PLD, es que instale una sala de emergencias en su Comité Político para atender a sus pacientes, porque en el caso del PRD, su hospital está cerrado, y los lesionados están pidiendo el auxilio de la ambulancia moderna.