El vicepresidente del Consejo para el Desarrollo del Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio expresó que, aunque las plantas de generación eléctrica a base de carbón producen altas emisiones de gases efecto invernadero, las tecnologías que se instalan en las plantas Punta Catalina neutralizarán ese impacto.
El ingeniero Ernesto Reyna ofreció la explicación en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, donde resaltó que de manera indirecta esas plantas minimizarán las emisiones de carbono, en tanto se reduzcan los apagones y salgan del sistema plantas de uso doméstico o industrial que son altamente contaminantes.
La construcción de las plantas Punta Catalina, que tienen un costo que supera los 2,000 millones de dólares, ha sido rechazada por sectores ambientalistas que cuestionan que el Gobierno haya escogido un combustible fósil y contaminante, en vez de gas natural.
Sobre ese aspecto Reyna destacó que el Gobierno se había planteado primero una planta de gas, pero no encontró en el mercado internacional un proveedor, aunque posteriormente Estados Unidos se interesó en suministrar ese combustible.
“Porque somos consumidores pequeños, y lo primero que dijeron las empresas es que tenían compromisos con grandes consumidores como Japón”.
Protocolos internacionales. Federico Grullón, encargado de Mitigación del Consejo del Cambio Climático, defendió la construcción de la referidas plantas de generación porque su impacto en la emisión de gases de efecto invernadero no será tan grande, y porque el país no puede depender de una sola matriz de generación eléctrica.
En cuanto a los acuerdos internacionales que mandan la reducción de carbono, explicó que son 27 países los que tienen compromisos con el Protocolo de Kioto, y los que están en vías de desarrollo lo que tienen que hacer es aplicar mecanismos para la reducción de los gases de efecto invernadero.
“En 2010 las emisiones globales eran de 4,000 millones de toneladas y República Dominicana emitió 26 millones de toneladas, lo que representa 0.01%, eso significa que por más que tomemos medidas impactaríamos muy poco en la reducción de esos gases, porque los grandes emisores son China, Estados Unidos, y la Unión Europea.
“Cuando se comenzó la construcción de Punta Catalina, en 2013, todavía no se había firmado el Acuerdo de París que fue en 2015”.
Ese acuerdo, explicó, plantea que todos los países tengan como proyección la reducción de emisión de carbono para el 2030, y en ese sentido la meta para el país es que esas emisiones lleguen a un 25%.
Eficiencia
Federico Grullón explicó que, cuando las dos plantas de generación a carbón entren en operación a plena capacidad, serán desplazadas de 15 a 17 plantas que no son costo efectivas y que aportan un tercio de la generación actual de la matriz energética. “En la parte renovable es importante tener energía limpia, pero no podemos depender únicamente de esta”, dijo Grullón.