Tres meses

Tres meses

DANILO CRUZ PICHARDO
En los próximos días, específicamente el 16, el presente gobierno arribará a los tres meses y es oportuno pasar un ligero balance de los aspectos positivos y negativos de la administración del doctor Leonel Fernández y el Partido de la Liberación Dominicana. Evidentemente que el mayor logro del gobierno es la sustancial baja registrada en la tasa de cambio, sin la necesidad de implementar políticas económicas determinadas.

La confianza que inspira el doctor Leonel Fernández en los sectores que intervienen en la economía nacional (y la población en sentido general) ha sido suficiente para que la moneda norteamericana se coloque por debajo del 35 por uno.

Naturalmente, esa significativa baja de la prima no ha repercutido en la dimensión requerida en los artículos y servicios que consume la población. De manera que ese amplio diferencial se está quedando en las arcas de los comerciantes sin que hasta el momento el gobierno tome los controles pertinentes respecto a la especulación. Si las autoridades no acuden rápidamente en auxilio del consumidor, les pasaría lo mismo que al gobierno de Hipólito Mejía: «nadie lo respetaba».

De todos modos, ha sido un éxito de la administración del doctor Fernández que el dólar se cotice a los niveles en que se encuentra en el mercado cambiario. Y sin adoptar ninguna medida.

Otro aspecto positivo del gobierno peledeísta está en las medidas que se han venido tomando desde la Policía Nacional, para adecentar el denominado cuerpo del orden. Se han cancelado a muchos miembros de esa institución al confirmarse su participación en actos delincuenciales, además se observa gran empeño en la profesionalización y tecnificación del organismo llamado a proteger a la ciudadanía.

Hay que reconocer el esfuerzo que hace la Policía Nacional, además, en lo referente a la violencia y la delincuencia, expandida hoy en toda la geografía nacional. Sin embargo, las medidas que se vienen tomando para enfrentar el flagelo no satisfacen, por lo que habría que ampliar su abanico e irse inclusive a las verdaderas raíces de la problemática.

Irse a las raíces de la ola de violencia y delincuencia que afecta a la sociedad dominicana significa enfrentar, como debe ser, el narcotráfico, tarca extremadamente delicada, porque al caer altares nadie estaría exento de los riesgos que conlleva el dirigir persecución en contra de individuos muy poderosos. Dudo que el presente gobierno llegue a esos extremos.

Pero todo lo que el gobierno pueda hacer de forma positiva y dentro de sus posibilidades hay que aprobarlo. Lo que no se puede aprobar jamás es la medida de fuerza que dirige la Secretaría de Interior y Policía en contra de ayuntamientos que controla el Partido Revolucionario Dominicano y específicamente el PPH, los cuales han sido víctimas de despojo de equipos usados en la recogida de basura y reparación de calles. Se trata de una arbitrariedad, un abuso de poder, que no ha tenido mayor repercusión por tratarse de un gobierno nuevo y por el descrédito del pasado grupo gobernante.

El PLD tiene la experiencia de su intervención en la Liga Municipal Dominicana, para imponer, en esa oportunidad, al ingeniero Amable Aristy Castro. No debía estar cometiendo yerros similares, porque en término político repercuten, tarde o temprano, de forma negativa.

Iniciativas que la gente esperaba, sin embargo, no acaban de tomarlas. Y ya se han ido tres meses (¡Oye el tiempo si se va rápido!) y todavía no hay nadie preso, pese a que no constituyen un secreto los grandes actos de corrupción cometidos en determinados departamentos de la administración pública durante el pasado gobierno.

Alguien decía que se esperaba mayor proximidad de las elecciones congresuales y municipales para iniciar con los encarcelamientos, pero si así actúan cometerían un grave error, porque les darían un carácter político y los cálculos se pueden revertir.

Faltando cuatro meses para las elecciones de mayo pasado, siendo Leonel Fernández puntero en todas las encuestas de opinión, a un prominente miembro del PPH se le ocurrió sugerir el apresamiento del candidato presidencial peledeísta. Una propuesta desatinada e imprudente, porque a Leonel, políticamente, lo dejaron revivir y si le hubiesen dado aunque sea un pellizco gana el proceso eleccionario con un 70 por ciento y no con 57.

Dada la grave situación que en el orden económico heredó el doctor Fernández, el Partido Revolucionario Dominicano y su presidente, el licenciado Hatuey De Camps, han contribuido grandemente con la gobernabilidad. Pero el gobierno del PLD que haga lo que tiene que hacer y en el momento que corresponde en cada caso.

 Todavía el gobierno tiene tiempo de sobra de tomar medidas positivas y realizar grandes obras en beneficio de la población. Y rectificar con relación a aquellas disposiciones que lucen arbitrarias y que políticamente, aunque sea a largo plazo, podrían resultar perjudiciales.

Le sugiero al gobierno, de buena fe, hacer el aumento de sueldo que la gente demanda y dar a sentir su autoridad en el comercio nacional para que los artículos y los servicios que consume la población se ofrezcan a niveles racionales, considerando, naturalmente, la sustancial baja de la tasa de cambio y el incremento de 12 a 16 del ITEBIS.

Con simples operaciones aritméticas, con un lápiz o una calculadora, se establecen los verdaderos porcentajes en que debían de bajar los artículos que de forma regular consume la población. Con esa medida la gente se siente protegida y es mucho decir.

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