Zafacones, más que funcionales

Zafacones, más que funcionales

Anteriormente, cuando se mencionaba la palabra zafacón inmediatamente llegaba a la memoria un recipiente feo, cuya única utilidad era la de almacenar basura. Sin embargo,  en la actualidad, gracias al ingenio e imaginación de los fabricantes se encuentran en el mercado una amplia gama de estilos y diseños de estos recipientes, los cuales además de su utilidad principal, sirven de adorno para los espacios.

Esos materiales desagradables con los que generalmente se elaboraban los zafacones han pasado a un plano relegado, para dar paso a elegantes estilos que ya no son una vergüenza ante los ojos de quienes lo observan, sino por el contrario, motivo de delicadeza y buen gusto.

En el mercado los hay en materiales plásticos de muy alta calidad dependiendo de la firma del fabricante; también se encuentran diseños en fibras naturales y sintéticas, en madera, acero inoxidable, metal, aluminio, etcétera.

Así como existe una diversidad de materiales, también hay diseños,  estilos y colores a elegir, dependiendo de la necesidad. Los hay con tapas manuales, es decir, que hay que quitar y poner; otros que se abren  con una  pisada en un pedal sin necesidad de utilizar las manos, también con tapas giratorias y sin tapa  modelo, que es el más tradicional.

Las claves

1. En el zafacón
No deje los desperdicios en él  por mucho tiempo, recuerde que pueden descomponerse y en vez de servir de aseo, convertirse en un recipiente maloliente y desagradable en la casa u oficina.

2. Antes de colocar la basura
Es recomendable que se utilicen bolsas o fundas para que el recipiente perdure por  más tiempo limpio y protegido.

3. Cuidado con el fuego
No eche fósforos prendidos en el zafacón ni cosas caliente, puede provocar fuego.

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