Y.casado 
Lima. El expresidente de Perú Ollanta Humala y su esposa, Nadine Heredia, cumplen hoy cien días encarcelados de manera preventiva mientras la Fiscalía los investiga por un presunto delito de lavado de activos en la financiación de sus campañas electorales.
Humala y Heredia han superado un tercio de los dieciocho meses de prisión preventiva impuestos por un juez a petición del fiscal Germán Juárez, que continúa buscando indicios para acusarlos por supuestamente no haber declarado donaciones del expresidente venezolano Hugo Chávez y de la constructora brasileña Odebrecht.
El Partido Nacionalista Peruano (PNP), fundado por Humala y Heredia, instó a la Corte Suprema de Justicia de Perú a que resuelva “a la brevedad” el recurso presentado en última instancia para anular la orden de detención y encarcelamiento y así puedan afrontar el proceso en libertad.
En un pronunciamiento suscrito por los exministros que estuvieron en el Gobierno durante el mandato de Humala (2011-2016), la formación política consideró que la detención de sus líderes, ocurrida el 14 de julio, es arbitraria.
Denunciaron que la medida se dictó sin fundamento razonable, vulnera la presunción de inocencia y causa un “grave daño en su entorno familiar”, pues la pareja tiene tres hijos.
Humala lamentó la pasada semana en un mensaje publicado en la red social Twitter que “la prisión preventiva abusiva tiende a transformarse en condena anticipada y la presunción de inocencia pasa a presunción de culpabilidad».
El expresidente indicó que los argumentos esgrimidos por la Fiscalía para encarcelarlos se van cayendo por sí solos, como un supuesto riesgo de fuga de toda la familia ante un viaje en julio de sus dos hijas a Estados Unidos, quienes ya regresaron a Perú nuevamente tras pasar los últimos meses fuera del país.
Humala se encuentra encarcelado en la base de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes), construida en un inicio para albergar únicamente al ex presidente Alberto Fujimori, mientras que Heredia está en la prisión de mujeres del distrito limeño de Chorrillos.
La supuesta financiación irregular del Partido Nacionalista se dio presuntamente en las campañas presidenciales de 2006 y 2011, las dos elecciones donde Humala participó como candidato y de la que salió electo presidente en la segunda de ellas.
