Excelente ejemplo a imitar

Excelente ejemplo a imitar

Es inusual el aviso aparecido en la prensa nacional publicado por el Supermercado Jumbo, en cuanto a que no realizaría una ceremonia inaugural para la apertura de su décima tercera sucursal de San Isidro y destinar lo que se hubiese gastado en dicha pompa, hacia obras de bien social para ayudar aquellos dominicanos menos favorecidos en su medio de vida. De esa manera, solidarizarse con la filosofía de la empresa: “mejorar la calidad de vida de la familia dominicana”.

Las instituciones que en esta ocasión serán favorecidas incluyen al Hogar Infantil Corazón de Jesús, que acoge 47 niñas entre 6 y 18 años, ofreciendo alojamiento, educación y alimentación. El Hogar Madre Amadora, de Cristo Rey, el cual se dedica al cuidado de las hermanas envejecientes que dedicaron toda su vida a la Congregación Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha y por último a la Fundación Proyecto Ayuda al Niño Casa de Luz, que mantiene 40 adolescentes en condiciones especiales, lo cual significa cuidados y atenciones especiales al cubrir todas sus necesidades.

Estos dos párrafos anteriores no significa que el que estas líneas escribe ha recibido remuneración alguna o cualquier tipo de prebenda por resaltar estas magníficas iniciativas, sino que las utiliza para resaltar el poco beneficio que reciben los moradores de un lugar dado cuando el Presidente de la República asiste a la inauguración, sea de una escuela, dispensario médico, ayudas al sector agropecuario y otras facilidades. Entonces ¿Por qué el presidente Medina no destina los fondos que ocasionan el aparataje de jeepetas, altos funcionarios, y el costo de la seguridad de los militares y ayudantes civiles que pululan en estos encuentros.

No hemos calculado el costo que el Gobierno central dispensa en los actos de inauguración, los cuales dependen si el traslado del presidente es en helicóptero, caravana de vehículos y los convoy de militares, ambulancia, franqueadores, etc. y además, la distancia entre Santo Domingo y la ciudad o comunidad en donde se efectuará la ceremonia de inauguración.

Para economizar recursos, cuando la obra o la presencia del Mandatario no amerita su presencia, él puede designar cualquier miembro de su gabinete, o cualquier político destacado del lugar, siempre y cuando pertenezca al partido en el poder, para realizar una función que amerita cierto riesgo. No olvidar, la aparatosa caída del helicóptero del presidente Balaguer cuando se precipitó a tierra en los alrededores de Villa Altagracia. Salvó la vida milagrosamente y tuvo que ser cargado en andas por escarpados riscos montañosos agravado por las inclemencias del tiempo, ya que caía un torrencial aguacero.

Hemos visto comunidades protestando porque sus calles están polvorientas y cuando llueve se vuelven un lodazal. También, pueblos pidiendo lastimosamente la construcción de un pequeño puente para que los muchachos que van a la escuela en tiempos de tormentas no tengan que arriesgar sus vidas y pertenencias cruzandoun arroyo desbordado. Entonces, porque no sustituir la inauguración por ejecutarle esas pequeñas obras que demandan pacíficamente las poblaciones rurales del país.

Para ser más efectivo y tener un impacto político y social que es lo que se pretende con estas manifestaciones, el señor Presidente debería comunicar a la Nación, que en lugar de inaugurar una escuelita o una clínica rural en ese lugar, el dinero que se hubiese gastado en dicho acto será destinado a resolver cualquier necesidad de esa comunidad. Por ejemplo, asfaltado de las calles principales, reparación o construcción de puentes, construcción de albergues infantiles y cualquier otra necesidad perentoria de esa colectividad.

En la prensa, tanto escrita, como radial o televisiva, se observan muy a menudo, comunidades que realizan actos de protesta, algunos pacíficos, pero se ha llegado a vandalismo, siendo afectada la economía de la demarcación, a veces con grandes pérdidas económicas que se pudieron solventar si a su debido tiempo, en vez de inaugurar, el señor Presidente utilizara un “bateador designado como en béisbol” y envía uno de los tantos ministros que de seguro gustosamente aceptarían la designación.

Estamos en tiempos difíciles, la sequía ha asolado al país y los campos están confrontando días difíciles. Entonces, ahorre el dinero del boato e inviértalo en la población para evitar protestas que lo único que traen son desórdenes, pérdidas económicas y a veces, hasta vidas humanas.

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