Exclusión imperdonable

Exclusión imperdonable

El Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) está afectado de graves fallas, que van desde la precariedad de los servicios que reciben los asegurados hasta la exclusión imperdonable de por lo menos cinco millones de dominicanos que no han sido afiliados al Seguro Familiar de Salud (SFS). Un decenio después de haber sido lanzado, el SDSS no logra consolidar las metas más elementales consignadas en la Ley 87-01 y que pretenden la universalización de la cobertura en materia de salud.

La falla es más grave porque la mayoría de los no afiliados pertenece a las capas sociales más pobres, y en la otra proporción están los trabajadores de la economía informal, que están huérfanos de protección social. Arismendy Díaz Santana, que fue gerente general del SDSS, lamenta con sobrada razón que el año 2014 concluirá sin que se haya logrado afiliar a por lo menos cinco millones de dominicanos desprotegidos.

El sistema tiene serios atrasos en la ejecución de las tareas pautadas por la ley de seguridad social. La atención primaria, por ejemplo, no ha sido completada, la cobertura de medicamentos no ha sido revisada con la periodicidad que corresponde y la atención para enfermedades crónicas y terminales deja mucho que desear. En sentido general, la seguridad social se ha sumado a los factores de imperdonable exclusión social alimentada por el propio Estado.

ECHEN A ANDAR BOCA DE CACHÓN

El asentamiento de Boca de Cachón, Jimaní, es una obra destinada a rescatar a las familias que perdieron sus casas, siembras y ganado bajo las aguas desbordadas del lago Enriquillo. Ese asentamiento incluye proyectos agrícolas y pecuarios en cuya ejecución el Presidente Danilo Medina ha puesto notable interés. Sin embargo, los trabajos de preparación de parcelas, sistemas de riego y obras asociadas están paralizados y se afirma que una de las causas es atraso en el pago de cubicaciones.

Las familias asentadas en Boca de Cachón están esperando esas tierras y las obras asociadas para producir su sustento. Sin medios de producción, como están ahora, pasan grandes calamidades. Tal vez una orden del Presidente Medina rompería esta pausa desesperante y aparentemente injustificable.

 

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