Los restos del coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, caído en combate en la toma del Palacio Nacional durante la Guerra de Abril de 1965, fueron exhumados ayer del cementerio Cristo Redentor y llevados al Museo del Hombre Dominicano, donde permanecerán hasta el miércoles mientras se le practique el estudio antropológico y luego serán colocados en el Panteón de la Patria.

Tres de sus cinco hijos que le sobreviven, presentes durante el estudio antropológico, explicaron el valor de la gesta heroica de su padre a quien le sobrevive su viuda Arlette Fernández, de 76 años, quien según indicaron se dedicó a difundir a través de charlas y libros, la ideología del combatiente en diferentes pueblos del país.

Según explicaron esa labor, concluye al colocar en el Panteón de la Patria los restos del combatiente que dio su vida por la nación a los 30 años. Sus restos, en principio, reposaban en el panteón familiar del cementerio de Santiago y en el 2000 fueron traslados al Cristo Redentor, en Santo Domingo. Ludovino Fernández, hijo mayor del luchador expresó “como familia no solo es un orgullo, sino que es justicia que el héroe Nacional descanse en el Panteón de la Patria, porque como todo héroe, es propiedad del pueblo” .

Su hermana Oleka, al preguntársele por qué la familia no se ve en manifestaciones políticas, dijo “No hacemos política partidaria, aunque sí tenemos pensamientos políticos, y siempre estaremos de parte de causas justas, contra los políticos que oprimen nuestro pueblo, que lo mantienen sumidos en atraso, ignorancia, pobreza y en contra de la corrupción que permea en todos los estamentos sociales”