En la prueba de resistencia a la banca europea, cuyo resultado se dará a conocer el 29 de julio, el Banco Central Europeo (BCE) exigirá a los bancos un ratio de capital de máxima calidad (CET1) del 5,5% en el escenario adverso para aprobar el examen, según figura en un documento confidencial del BCE.
Este mínimo de solvencia que han de preservar las entidades en el hipotético escenario macroeconómico catastrófico que se ha dibujado a tres años vista, es el mismo umbral que se fijó en pruebas anteriores y está en línea con las expectativas del mercado. Así lo trasladaron representantes del BCE a los bancos analizados en las reuniones que mantuvieron entre el 12 y el 14 de julio, según revela el diario Expansión.
Estos test de estrés conducidos por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) guardan similitudes con los anteriores, pero incorporan importantes diferencias, ya que su objetivo no es informar al mercado sobre la solvencia de la banca para recuperar su confianza, sino servir de herramienta supervisora para el BCE.
En primer lugar, el comportamiento de los bancos en el escenario adverso se tomará de referencia para fijar parte de las exigencias de solvencia futuras: servirá para determinar la orientación de capital, que se inscribe en los recargos que establece el supervisor de forma discrecional en virtud de lo que se conoce como Pilar II, junto al requerimiento de capital.
La orientación de capital no es de obligado cumplimiento inmediatamente, como sí lo es el requerimiento de capital, de forma que si un banco no la alcanza no sufre restricciones automáticas en el pago de dividendos y en el pago de los cupones de sus bonos contingentes convertibles, conocidos como CoCos en argot financiero.
Sin embargo, el BCE espera que todos los bancos cumplan con dicha orientación de capital en un horizonte temporal determinado y, en caso contrario, intensificará su interacción supervisora con la entidad e impulsará las medidas de refuerzo de la solvencia que considere necesarias como, la venta de activos. Por su parte, los requerimientos de capital se determinarán en función de los resultados de la evaluación en profundidad del riesgo de cada banco de forma individual, así como de su planificación de capital.