José Angel Aquino y Eddy Olivares, exmiembros de la Junta Central Electoral (JCE), calificaron de correcta la decisión de ese organismo de no utilizar en futuras elecciones los dispositivos contratados con la empresa Indra para el recuento de las boletas y la identificación y registro de las huellas de los electores.
Recordaron que el uso de esos equipos fueron objetados por los partidos políticos y además presentaron inconvenientes el día de las elecciones, lo cual fue verificado por observadores y empleados de la JCE.
Aquino recordó que no fue el Pleno que aprobó esa compra, sino el Comité de Licitación y la pasada administración de la JCE, (encabezada por Roberto Rosario).
Asimismo señaló que essos equipos pueden usarse en otros procesos que tienen que ver con identidad en otras instancias del Estado, no así con el tema electoral, mientras que la JCE “tendrá que ver qué hace con Indra y las responsabilidades correspondientes”.
Confianza. Mientras que Olivares citó que la confianza es esencial para las elecciones y la utilización de estos equipos, cuestionados por la mayoría de los partidos políticos y la opinión pública, afectaría sensiblemente la credibilidad de las próximas elecciones.

Consideró que el informe de los asesores informáticos sobre los equipos debe servir también para que el pleno de la JCE tome la decisión de demandar a Indra, ya que no cumplió con su obligación de entregar los dispositivos de identificación y registro, los de recuento de boletas y los módulos de impresión, tal y como lo observaron la Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (MOE/OEA), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), la Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE) y Participación Ciudadana (PC).

Asimismo planteó que Indra debió abstenerse de participar en la licitación para la automatización del escrutinio y el registro de concurrentes, debido a que estaba a cargo, desde 2014, del Proyecto para la Implementación del Sistema Informático para la Gestión de las Compras y Contrataciones del Estado. “El hecho de que Indra estuviera sirviéndole al mismo tiempo al gobierno, en el renglón de compras y contrataciones, y a la Junta Central Electoral, en un aspecto tan sensitivo como el del escrutinio, fue una grave imprudencia que afectó la credibilidad de los comicios del 2016”.