Buenos Aires, .- El exministro de Economía argentino Axel Kicillof (2013-2015) defendió hoy que la invocación de la “pesada herencia” kirchnerista por parte del presidente Mauricio Macri es un “chamuyo” (palabrería, cuento) para justificar un “durísimo plan de ajuste”, en una columna de opinón publicada hoy.

«¿A qué se debe la insidiosa y sobreactuada invocación de Macri a la ‘pesada herencia’? La respuesta es simple- todos los argentinos somos testigos, o mejor dicho, víctimas del primer intento en toda nuestra historia de aplicar un durísimo plan de ajuste sin que antes se haya producido una crisis económica”, afirma Kicillof en el texto, publicado hoy por el diario Página/12.

Para el exministro, “en los años previos al triunfo de Macri en Argentina no hubo nada ni remotamente parecido a una crisis económica” pero el oficialismo y los medios de comunicación afines tratan de “instalarla en la opinión pública”, algo que considera “grotesco».

“Los enunciados diseñados” por el macrismo, según Kicillof, son cuatro- “hace cinco años que Argentina no crece y no se crea empleo”, “el Banco Central estaba quebrado”, “el déficit fiscal alcanzó 7 por ciento del PIB y fue el más alto de la historia argentina” y “la inflación estaba desbocada».

En cuanto crecimiento económico, Kicillof esgrime datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, publicados en marzo por las autoridades que asumieron de la mano de Macri, que indican que en 2015 el país creció un 2,1 %.

También sostiene que el empleo creció y no solo el público, frente a las acusaciones del actual Ejecutivo de que se utilizó la contratación estatal para encubrir el problema de la ocupación.

En cuanto al déficit fiscal del 2015, el exministro kirchnerista asegura que la diferencia entre la cifra dada por ellos (2,3 %) y la revisada por el Gobierno que asumió en diciembre (7 %) es “una falsedad».

Por último, respecto a la inflación, Kicillof indica que tanto las mediciones públicas como las privadas -aunque entre las dos había una diferencia de más de diez puntos- mostraban una “desaceleración de la inflación” entre 2014 y 2015.

“En la herencia que recibió Macri no figuran ni el estancamiento, ni la inflación desbocada, ni las arcas vacías del central, ni el déficit descontrolado”, concluye el máximo responsable de la política económica argentina durante la recta final del mandato de Cristina Fernández (2007-2015).

El Ejecutivo de Macri ha reconocido en las últimas semanas que están tomando medidas “dolorosas” para la población, como la subida de las tarifas de la luz y el transporte, y que la inflación es un grave problema, mientras crece la preocupación por los despidos en el sector público y el privado.

Las políticas adoptadas se deben, según el Gobierno, a la necesidad de abordar un “sinceramiento” de la economía tras los 12 años de kirchnerismo, que dejaron un “Estado devastado” y un 700 % de inflación, entre otros problemas.