La doctora Josefina Fernández, del Departamento de Infectología del Hospital Robert Reid Cabral, afirmó ayer que las autoridades de Salud no deben enfrascarse en acusar a la clase médica por los casos de niños afectados por rabia humana, sino en aplicar los protocolos establecidos para el manejo de esos padecimientos y abrir el laboratorio antirrábico.
Fernández hizo la advertencia al señalar que los cuatro casos de rabia registrados este año evidencian un “grosero fracaso del sistema de atención”.
Desde el pasado miércoles está ingresado en el citado centro de salud un niño de 4 años, procedente de Pedernales, quien fue mordido por un perro el pasado 19 de noviembre. Ayer su estado de salud era crítico, por lo que está ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos.
De los cuatro casos reportados, dos se registraron en Pedernales. Fernández expresó que no hubo vigilancia ni medidas de prevención en la zona, ya que la rabia no se previene en el humano, sino en el animal.
“La medicina se basa en evidencias, si la OPS recomendó que las vacunas estén descentralizadas eso no ha resultado. No tenemos manera de hacer diagnóstico confirmatorio porque desmantelaron el laboratorio no sé por recomendación de quién”, señaló.
“El protocolo de Milwaukee requiere un esfuerzo muy grande, recursos humanos muy preparados y económicos y nuestros residentes están dedicados a asistir estos niños y requieren muchas horas de intenso trabajo”, agregó..
Sobre el mismo tema el expresidente del Colegio Médico Dominicano Waldo Ariel Suero consideró que, aunque el Centro Antirrábico operaba con limitaciones, era un referente nacional porque tenía un laboratorio para pruebas diagnósticas pero ahora se hacen en Atlanta. El Antirrábico se cerró sin crear las condiciones mínimas y el país quedó vulnerable frente a la mortal enfermedad, refirió Suero.