El hombre que mató a su esposa, un hijo y luego se suicidó tenía un perfil de sicópata, una patología que afecta al 4 o 5% de la población, consideraron ayer tres especialistas en salud mental.
Asimismo, recomendaron que el barrio El Libertador, de Herrera, sea intervenido y que tras un diagnóstico de situación se mejoren las condiciones de vida de sus moradores.
Los doctores Luis Emilio Montalvo, José Miguel Gómez Montero y el sicoterapeuta Luis Vergés, analizaron el nivel de violencia que acumuló Vangelio Guzmán, quien cometió el hecho sangriento, a pesar de tener una orden de alejamiento de su familia.
Montalvo, quien labora en el Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat) asegura que Guzmán es el tipo de sicópata que no tiene una conducta reñida con las leyes, pero que acumula un arsenal de violencia y daño a sus cercanos.
Asimismo, consideraron que es muy probable que el homicida consumiera alguna droga, como alcohol.
El es representativo de un grupo de personas centradas en sí mismas, es posesivo y no admite que nadie se apropie de lo que considera suyo.
Montalvo asegura que ese tipo de personas tiene un cúmulo de frustraciones y no desarrolla capacidad reciliente o de autocuración. Vecinos coincidían en que esperaban la muerte de la mujer en cualquier momento, pero que nunca pensaban que la tragedia alcanzaría a los hijos.
La esposa víctima sabía y así se lo confesaba con frecuencia a Andrea, la vecina de más confianza, quien asegura que ella siempre le decía que estaba convencida de que su vida estaba en manos del agresor.
Dijo que con frecuencia la golpeaba y que a pesar de los consejos que le daban, no salía de la casa.
Los profesionales Gómez Montero y Vergés coincidieron en que se trata de un serio problema en la personalidad del víctimario. También creen que había abuso de alcohol.