Fabio R. Herrera-Miniño – Los culpables del mal gobierno

Fabio R. Herrera-Miniño – Los culpables del mal gobierno

Los voceros del gobierno del PRD y del PPH se han empeñado, en cada uno de los años de su desastrosa gestión administrativa, achacarle la culpa de sus males, y de haber fracasado, a distintas fuentes originarias de sus males, y en lugar de bautizar cada año con alguna motivación nacional, debían haber utilizado sus culpables favoritos.

Así, al inicio de su gestión en agosto del 2000, el culpable del déficit fiscal y de no poder hacer nada, fue el gobierno anterior, y con ese estribillo y consigna política, se mantuvo hasta el desastre terrorista del 11 de septiembre del 2001 con el derrumbe de las torres gemelas de New York.

Para el 2002, después de haber agotado y manoseado la culpa de todos los males había sido esa penosa tragedia que conmovió al mundo, surgió que los precios del petróleo estaban muy caros e imposibilitaban hacer las cosas. De ahí surgieron los préstamos más variados y los inefables bonos soberanos, que nadie sabe a ciencia cierta como se invirtieron, y finalmente, como se están pagando los intereses cuando por ley se exige que mensualmente se publique el movimiento de los mismos.

Ya el gobierno, para su tercer año, el culpable de la ocasión fue el desastre bancario con la quiebra asistida de tres bancos, y de cómo su déficit cuasi fiscal, como el Banco Central designan las obligadas emisiones sin respaldo de más de $90 mil millones de pesos, incluyendo los certificados, para salvar de la quiebra al sistema bancario nacional.

Ahora, en el último año de la presente gestión, surge un elemento nuevo, peligroso y delicado, cuando los culpables se quieren hacer creer al pueblo que son los empresarios y su enorme afán de lucro, y para denostarlos, el Gobierno les rechaza un aporte de $74 millones de pesos y todos suponemos que tal devolución no se ha materializado.

El que se quiera señalar a los empresarios como culpables de la actual situación, que es hechura y paternidad de la incapacidad de los gobernantes y su equipo de trabajo, es peligroso y altamente incendiario, ya que se siembra el germen de un estallido social para que se saqueen las propiedades de los empresarios, estigmatizados como enemigos del pueblo y darle rienda suelta a una lucha de clase que ya llevó a El Salvador a una sangrienta guerra de guerrillas por varios años, fruto de esa enemistad social patrocinada por diversos grupos de izquierda.

Aquí, el gobierno de PRD, se ha tomado la libertad de señalar como culpables de sus desgracias, sin examinarse ellos mismos acerca de sus limitadas capacidades, a los empresarios y al sector privado, acusándolos de que no hacen nada y no se sacrifican. Sin embargo, hacia ellos es que va la andanada de las cargas tributarias, que sin ton ni son, son establecidas por decreto, administrativamente como es el cobro de los impuestos en las aduanas. Lo más penoso del caso es que las autoridades se ponen bravos cuando disminuyen exageradamente las recaudaciones, como es el caso con los vehículos que no se importan o ha disminuido notablemente el ritmo de las demás importaciones que se reflejan en un desabastecimiento que ahora es leve, pero en los próximos meses se agravará.

Esa actitud del gobierno y sus asesores externos, de atacar fieramente a los empresarios, se refuerza cada día de cómo los funcionarios arremeten en contra del sector privado, y al mismo tiempo, lo buscan para exigirle más contribuciones fiscales. Se comportan en una ambivalencia de que los empresarios son buenos para exprimirle los impuestos y son malos por que son los responsables de la situación actual, hechura completa de una desacertada administración incapaz e infantil, ya que actúan como niños en total desparpajo, destruyendo todo el andamiaje productivo de la Nación.

Durante tres años, el Gobierno ha vivido en la luna, alejado de sus errores y sus meteduras de patas cotidianas. No admite sus equivocaciones y acciones fiscales incorrectas, que están destruyendo paulatinamente todo lo que se había preparado para tener un sector empresarial competitivo globalmente. Se debilitan, por ese odio hacia los empresarios, para estar parejos con el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y de ser respetados por los países centroamericanos con los cuales hay tratados en vigor, que no benefician al país, por el escaso respaldo oficial al empresariado. Estos son amedrentados por el Gobierno y son considerados como culpables de la pobreza. Esto se le ha vendido al país por los ideólogos oficiales en el último año de la deprimente gestión perredeísta, para así preparar un ambiente de insubordinación que nos lleve a un enfrentamiento, que ya el gobierno americano está avizorando por las visitas de sus altos funcionarios y por la forma tan peculiar con que nos gobierna el PRD.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas