Lo advirtió Ana Patricia Botín, presidenta del Santander, hace meses: «El futuro ya no es lo que era». Después fue su homólogo en el BBVA, Francisco González, quien lamentó que «la industria bancaria se ha quedado obsoleta». Y les han acompañado voces del sector en todo el mundo.
El temor es generalizado: junto a las fintech, las gigantes de la tecnología amenazan el negocio de entidades tradicionales con novedosos sistemas de pago, servicios de préstamos o sociedades de inversión.
Facebook, Apple o Alphabet «cada día tienen mayor apetito por ampliar sus líneas de negocio aprovechando su gran imagen de marca y sus capacidades en cuanto a recursos tecnológicos y financieros, explica Rodrigo García de la Cruz, director del programa de innovación y tecnología financiera del IEB, en la introducción del III Ránking anual de competidores del sector financiero.
Uno de los sectores que amenaza el «apetito» de estos gigantes es, efectivamente, el bancario, que, según señala el también vicepresidente de la Asociación Española de Fintech e Insurtech, «cada año sufre un incremento de competidores».
«La creciente proliferación de los pagos a través de Internet y del móvil está cambiando la fisonomía de la industria en todo el mundo», incide PwC en otro estudio.
A las grandes de la tecnología, el informe elaborado por el IEB suma a PayPal -el abuelo de las nuevas startups financieras-, a las propias fintech y a los nuevos bancos digitales (Fidor Bank, Atom o Mondo) como los principales desafíos a los que se enfrenta la industria tradicional.
Pero son Facebook, Apple y Alphabet los que cuentan con un potencial suficiente para amenazar cualquiera que sea el segmento en el que muestren interés.
«Durante los últimos años varios sectores se han visto afectados por las innovaciones impulsadas por la reducción de las barreras de entrada y los costes de lanzamiento que ha hecho posible Internet», admite Fidelity International en otra publicación, en la que recuerda que «dos de los mejores ejemplos son el impacto de Airbnb en el sector hotelero y la guerra que libra Uber con las empresas de taxis».
Según el informe del IEB, existe la posibilidad real de que «el Uber bancario pueda venir de una de las bigtech por el volumen de usuarios que tienen.