Fallido modelo económico

Fallido modelo económico

Nuestro modelo económico es realmente un fracaso. Contrario a otros países de la región, en el nuestro un mayor crecimiento de la economía provoca un aumento de la pobreza. El Banco Mundial comprobó que entre los años 2000 y 2010, mientras en otros países la pobreza se redujo de un 45% a un 33%, aquí, con todo y crecimiento económico, la pobreza aumentó.

Javier Báez, un experto del Banco Mundial, atribuye esta tendencia a baja calidad del gasto, lo que supone una inversión insuficiente en políticas sociales de gran impacto. Al margen de esta conclusión, es oportuno observar que el mismo Banco Mundial ha señalado que entre 2000 y 2010 la economía del país y la deuda han crecido las mismas proporciones. La persistencia de problemas de salubridad, energía y acceso a servicios básicos por parte de la población delata la pobre calidad del gasto en cuanto a políticas de alto impacto social.

El modelo económico necesita una sacudida. El crecimiento de la economía debe mejorar la calidad de vida, no empeorarla; debe generar más empleos de calidad, no reforzar la tendencia a la informalidad con todas sus limitaciones en cuanto a prestaciones sociales. La economía no puede continuar creciendo alimentada por el endeudamiento recurrente. Hay que lograr que la calidad del gasto social crezca a la par del crecimiento de la economía.

La estética bajo la mira ética

El ejercicio de la cirugía estética en nuestro país está bajo la mira, debido a la frecuencia de complicaciones post operatorias sufridas por pacientes. Hay un caso reciente, de fallecimiento de una joven extranjera, en circunstancias que están bajo investigación judicial. Autoridades sanitarias de Estados Unidos han emitido un alerta porque en los últimos 12 meses se han reportado 16 casos de complicaciones de salud a raíz de cirugías estéticas practicadas aquí.

La Sociedad Dominicana de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética reiteradamente ha llamado la atención de las autoridades porque médicos no especializados estarían dedicándose a practicar operaciones de este tipo, a veces en ambientes no adecuados. Las autoridades sanitarias locales deberían interesarse por estos asuntos y comprobar si los establecimientos del país cumplen los protocolos clínicos que rigen esta especialidad. Hay vidas de por medio.

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