Falta de cemento causa un severo estancamiento económico en la Franja de Gaza

Falta de cemento causa un severo estancamiento económico en la Franja de Gaza

Saud Abu Ramadán Gaza. Afif Dahlán, contratista de la construcción de 48 años y padre de ocho, conocido como Abu Husein, lleva casi seis meses sin trabajo debido a la acusada falta de materiales de construcción, principalmente cemento, en la Franja de Gaza.

Junto a los 20 peones que el año pasado tenía contratados, Dahlán se ha convertido en un desempleado más de Gaza y pasa la mayor parte del día sentado en una silla de plástico en su casa del barrio de Sheij Raduán, al norte de la ciudad de Gaza, bebiendo café y té.

“El cemento y otros materiales de construcción están vetados para el sector privado en Gaza desde hace medio año, tanto a través de los cruces controlados por Israel, como por los túneles que conectan con Egipto”, refiere.

Este contratista se ha sumado a los más de 50.000 trabajadores de la construcción que perdieron sus empleos en la franja, de acuerdo a estadísticas oficiales y organizaciones sindicales. Israel y Egipto, países con los que lindan las fronteras de la depauperada Gaza controlada por el grupo islamista Hamás, actualmente permiten la entrada de cemento y material de construcción exclusivamente a través de agencias internacionales como la ONU y para proyectos humanitarios como escuelas o clínicas.

“La prohibición de entrada de cemento y otros materiales de construcción ha afectado negativamente a la rueda de la economía en la Franja y a unos 50 oficios, desde carpinteros hasta herreros”, explica Dahlán, obligado a vender parte de sus muebles para sobrevivir. Tras años de bloqueo a la franja y la prohibición de entrada de materiales que Israel considera de doble uso como el cemento, que puede ser empleado para construir búnkers, el Estado judío permitió el año pasado la entrada de este material Gaza para el sector privado. Pero la apertura de la veda duró poco, pues el descubrimiento de un túnel de casi dos kilómetros entre Gaza e Israel en octubre, llevó al ministro israelí de Defensa, Moshé Yaalón, a ordenar que se suspendiera nuevamente la entrada de cemento a la Franja. El concreto también dejó de entrar en Gaza a través de los subterráneos cavados en el sur de este enclave costero a raíz de la intensa campaña llevada a cabo por el Ejército egipcio desde el pasado verano, que siguió al derrocamiento del presidente islamista Mohamed Mursi. Las calles, mercados y comercios en la Franja, con 1,7 millones de habitantes, han sido testigos esta semana de la falta de actividad y aparecieron vacíos de gente y tráfico. “El parón en la entrada de cemento y material de construcción ya tiene un impacto negativo en todos los aspectos de la vida”, sostiene Omer Shaban, presidente de una consultora económica con sede en Gaza y advierte de duras consecuencias. “Antes de que comenzara esta situación hace seis meses el desempleo había bajado hasta el 30 por ciento, pero se ha vuelto a elevar a más del 50 por ciento y consecuentemente la tasa de pobreza también ha aumentado”, subraya. Incluso los propietarios de establecimientos en Gaza coinciden en este punto e insisten en que la construcción ha sido durante meses el motor del que todos se han beneficiado, desde las tiendas de adornos hasta el carnicero. “Mantenemos las tiendas abiertas todo el día y vienen menos clientes porque la gente no tiene suficiente liquidez para comprar ropa o zapatos y prefieren guardar el dinero para lo básico”, afirma Mohamed Basal, propietario de una zapatería en el centro de la capital. Por su parte, Farid Zaqout, director ejecutivo del Sindicato de la Industria y Construcción en Gaza alerta que en los últimos meses “los equipos y maquinaria de construcción de edificios se están oxidando o corroyendo y requieren mantenimiento por su desuso prolongado». “Las mezcladoras de cemento así como las máquinas que fabrican lozas y ladrillos están totalmente paralizadas” dijo Zqout, y cifra en millones de dólares las pérdidas por el parón en la actividad. Una situación que Jamal al Khudari, presidente del Comité Popular para Desafiar el Bloqueo de Israel califica de “castigo colectivo contra los cerca de dos millones de personas que habitan en Gaza». EFE sar-db/rml -K-SOC-SOCIEDAD-SALUD,SOCIEDAD ECO-ECONOMIA-

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