La falta de respuesta de la producción agrícola de Cuba ante el aumento de la demanda de productos generada por el incremento del flujo de turistas a la isla está provocando un desabastecimiento y aumentos de los precios internos, que están haciendo que muchos alimentos no estén al alcance de la población cubana.
La llegada récord de casi 3,5 millones de visitantes a Cuba el año pasado ha causado una creciente demanda de alimentos.
“Los turistas literalmente están consumiendo la comida de Cuba. Gracias en parte al embargo estadounidense, pero también a la mala planeación por parte del Gobierno de la isla, los productos de los que han dependido los cubanos se destinan a los turistas ricos, lo que ha llevado a precios al alza y anaqueles vacíos”, afirma una publicación de The New York Times, calzada con la firma de Azm Ahmed.
La publicación de NYT resalta que “desde hace tiempo ha habido una división entre los cubanos y los turistas, con sitios turísticos de playa y hoteles en La Habana que están efectivamente reservados para los forasteros dispuestos a pagar por una versión cómoda de Cuba.
Pero como el país cifra sus esperanzas en el turismo, dando la bienvenida a una oleada de nuevos viajeros para alimentar a la anémica economía, ha surgido una desigualdad más básica en medio del experimento de la nación con el capitalismo”.
Los crecientes precios de los productos básicos como cebolla y pimientos, o de modestos lujos como piñas y limones, han dejado a muchos sin poder pagarlos. Las cervezas y los refrescos son difíciles de encontrar, pues son acaparados por los restaurantes.