La urbanización no planificada en los gobiernos locales ha sido una de las causas de la marginalidad, constituyendo efectivamente enclaves de gentrificación donde se compite por reducidos espacios para la vivienda, la convivencia y los medios de producción, indica el informe sobre Gobiernos Locales, Desarrollo y Agenda 2030 del Observatorio de Políticas Sociales y Desarrollo de la Vicepresidencia de la República.
El documento indica que a pesar de que los municipios de las zonas metropolitanas de Santo Domingo y Santiago tienen la mayor cantidad de personas en condición de exclusión espacial, la lucha contra la pobreza la lidera casi exclusivamente el Poder Ejecutivo, dado que si estos tres gobiernos locales decidieran luchar contra la pobreza solo en las riberas de los ríos Ozama, Isabela y Yaque del Norte, el nivel de hacinamiento, insalubridad, crimen, desempleo y otros males sociales desbordarían las capacidades actuales de estas alcaldías.
Modernidad fragmentada. En la República Dominicana, en términos territoriales, existe una modernidad dispersa y fragmentada, agrega el informe.
Esto implica, por ejemplo, que el motoconcho funciona en paralelo al Metro y el teleférico, dos artefactos de transporte moderno, frente a uno que es una expresión rudimentaria de movilidad para estratos sociales bajos.
La teledensidad sobrepasa el 100 por ciento. Sin embargo, solo alrededor del 30 por ciento de la población tiene servicio de internet.
El parque vehicular ha aumentado en 7.5% promedio, desde 2007, y la reforma al sector está todavía por llegar señala el documento.
Agrega que luego de décadas de un servicio precario y rudimentario, se ha creado el imaginario que usar transporte público es de gente pobre, y en efecto, una imagen muy negativa de usar transporte colectivo. Así, la ciudad de Santo Domingo tiene dos medios de transporte modernos pero que solo los usan primordialmente quienes no tienen vehículo propio.
Los niveles socioeducativos y la falta de un proyecto, en términos de movilidad social que defina la perspectiva del país, mantiene profundas diferencias entre vivir en una zona rural, una semiurbana pequeña, una urbana marginal y una metropolitana consolidada.
Débil institucionalidad. De acuerdo al informe sobre Gobiernos Locales, Desarrollo y Agenda 2030 del Observatorio de Políticas Sociales y Desarrollo de la Vicepresidencia de la República, entre las razones que inciden en la débil institucionalidad de los gobiernos locales y que limitan su capacidad transformadora en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible están la cultura política, los bajos presupuestos, ya que los recursos son limitados y cualquier iniciativa, son aspiraciones con ninguna probabilidad de ejecución; baja capacidad técnica, con muy pocas excepciones los gobiernos locales no aplican perfiles técnicos para la contratación de personal y débil fiscalización. Aunque el poder municipal debe responder a la Cámara de Cuentas y a la Contraloría, la discrecionalidad en la priorización del presupuesto asignado es alta. Citan, además, ausencia de sinergias con el Poder Ejecutivo.
Impacto
El análisis sobre Gobiernos Locales, Desarrollo y Agenda 2030 del Observatorio de Políticas Sociales y Desarrollo de la Vicepresidencia de la República sostiene que ante el proceso acelerado de urbanización en el territorio dominicano, los gobiernos locales adquieren una particular importancia en las estrategias que utilizan los formuladores de políticas para gestionar el proceso.