Faltan cambios estructurales

Faltan cambios estructurales

La democracia obtuvo notas aceptables en el certamen de este domingo, pero los sobresaltos vividos durante el proceso aconsejan que vayamos pensando en reformas estructurales profundas. Lo primero que debemos tomarnos muy en serio es la necesidad de proveer al sistema electoral de las herramientas jurídicas que le faltan para superar causas de no pocos tropiezos en la organización de elecciones. La Constitución vigente desde el 2010 contempla esa tarea, que ha sido postergada por el capricho de las organizaciones políticas.
Esos cambios estructurales tienen que modificar la manera en que desde el poder se impulsan candidaturas con ventajas ostensibles sobre los contrincantes en cuanto a acceso a recursos de difusión y logística. Es evidente que hay que moderar el derroche que representan las campañas electorales, a partir del criterio de que buena parte de los recursos invertidos están destinados a fomentar prácticas amorales, como la compra de conciencias y votos, y a estimular el transfuguismo.
Debemos introducir el debate de las ofertas electorales como requisito de campaña que permita valorar los criterios que se venden a los ciudadanos para tratar de conquistar sus votos. Las elecciones del domingo dejaron ver muchas fallas sistémicas y estructurales de las que debemos ocuparnos con tiempo, por bien de la democracia.

Muertes que merecen castigo

En este país ha sido costumbre pasar por alto las muertes resultantes de incidentes provocados por las pasiones políticas. Y el domingo, durante y después de las votaciones, se produjeron sucesos en Yamasá, Restauración y Monción en que cuatro personas murieron a tiros y una por heridas de arma blanca. También hubo disparos en las inmediaciones de recintos de votación en Azua y Santiago. Las autoridades han sido muy parcas y no han suministrado información detallada de estos actos violentos que enlutaron familias y comunidades.
La violencia está inscrita en la actitud de muchos activistas políticos que la ejercen en las campañas proselitistas y en las cercanías de las mesas de votación. Es una actitud que debe ser perseguida y castigada con la ley en las manos. Que las muertes de este domingo no queden sin castigo.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas