La familia Corripio Alonso reconoció anoche a 100 instituciones sin fines de lucro en el acto “Un siglo compartido 1917-2017: cien obras trascendentes, un siglo de historia”, por sus aportes al bienestar de la sociedad dominicana.
La ceremonia, celebrada en el Teatro Nacional Eduardo Brito, contó con la presencia de cientos de personalidades de diversos ámbitos. La encabezó José Luis Corripio Estrada, presidente del Grupo Corripio y de la Fundación Corripio, junto a su esposa Ana María Alonso de Corripio y sus hijos Manuel, José Alfredo, Lucía y Ana Corripio Alonso.
A las instituciones reconocidas se les entregó una placa de reconocimiento y un cheque por un millón de pesos a cada una.
Se reconoció a instituciones benéficas de las regiones Este, Sur, Norte y el Gran Santo Domingo que ofrecen servicios y ayudas a personas de escasos recursos y en vulnerabilidad.
El acto se inició con la presentación musical “Una primavera para el mundo”, escrita por René del Risco, con el arreglo musical de Rafael Solano y que interpretó el tenor Enrique Pina y la Orquesta Juvenil, dirigida por Alberto Rincón.
Corripio Estrada expresó su agradecimiento, motivando a otras instituciones y personas a seguir el ejemplo de los reconocidos anoche.
“Como familia, este año cumplimos un siglo de habernos establecido en la República Dominicana, tierra generosa que abrió las puertas a nuestros antecesores, y cuyo pueblo nos permitió el privilegio de ser también dominicanos, trabajar y ver crecer a nuestros hijos, nietos y biznietos, brindándonos, como solo el dominicano sabe hacerlo, la oportunidad de integrarnos a esta pujante sociedad”, manifestó.
Explicó que con ese acto la familia quiere expresar su testimonio de agradecimiento al país y al pueblo.
“Hemos encontrado una forma de hacerlo, que es reconociendo y celebrando el trabajo constante que vienen realizando cien instituciones o personas en las 32 provincias del país”, dijo.
“Debemos reconocer de dónde venimos y hacia dónde vamos. Hace cien años mí tío Ramón Corripio y poco después mi padre Manuel cruzaron el océano incierto en busca de una vida mejor para ellos y sus familiares. Es la simple historia de todos los que estamos aquí presentes y que podemos contar. Es la historia de los sueños, de la esperanza que lleva en sí todo ser humano cuando marcha de su terruño”, refirió.
Añadió que el dominicano abre su corazón como muy pocas personas saben hacerlo.
“Este es un pueblo noble, solidario y digno, que entiende el sufrimiento ajeno y lo hace suyo, por eso miles de migrantes de diferentes países han podido llegar aquí y encontrar en esta tierra un hogar y un nuevo comienzo, por esta razón muchos ciudadanos de origen extranjero podemos decir con mucho orgullo que somos dominicanos”, expresó, recibiendo una ovación de los presentes.

“No existen palabras suficientes en el idioma para dar gracias. Muchas gracias al pueblo dominicano”. Afirmó que la mejor forma de reconocer al pueblo dominicano es enalteciendo los principios y valores, “esos que les han permitido levantarse, después de haber caído”, expresó.
Explicó que “contrario a lo que se cree, este trabajo de selección no ha sido fácil. Con enorme sorpresa hemos podido constatar la enorme cantidad de instituciones sin fines de lucro y organizaciones de base que han hecho como visión y propósito de vida la ayuda al prójimo”.
“Que toda la sociedad sepa a viva voz que existen esas instituciones. Que cada quien sin importar lo que tenga o lo que sea pueda sumar esfuerzo en este proceso diario y continuo de construcción de una mejor sociedad. Tenemos muchos desafíos por delante”.

“Ha sido mucho el caminar para llegar aquí hoy. Para nuestra familia todo empezó en una pequeña aldea perdida al norte de Asturias, en España. Continuemos juntos como hasta ahora; el camino que nos queda es mirar a la justicia, a la libertad que todos añoramos”, expresó.
“No quiero concluir estas palabras sin mencionar por sus nombres a algunos de nuestros antepasados que hoy estarían felices viendo este acto que representa la esencia de lo que ellos hubiesen deseado, y cuyos restos descansan el sueño eterno en esta bendita tierra dominicana. A mis padres Manuel Corripio y Sara Estrada de Corripio; a Ramón Corripio, a Leonor de Corripio; a Manuel Cuesta y Mercedes Corripio, Isolina Corripio y Alfredo Alonso”, expresó.
Entre los asistentes estuvieron la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández y el director general de la Policía Nacional, Ney Aldrin Bautista. Roberto Cavada, Miralba Ruiz, Milagros Germán, Raeldo López, Jatnna Tavárez, Pamela Sued y Francisco Valdez, fueron los conductores del acto.