BOGOTA, Colombia. AP. El jefe negociador de las FARC en el proceso de paz con el gobierno colombiano dijo el lunes que es falso un informe de inteligencia sobre un plan de la guerrilla para atentar contra el expresidente Alvaro Uribe y el actual Fiscal General.

Iván Márquez se declaró sorprendido por la información entregada el pasado 12 de noviembre a la prensa por parte del ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, en la que señalaba a la columna “Téofilo Forero” de las FARC como la responsable de urdir los atentados y dijo que “lo peor fue oír a (Humberto) De la Calle (jefe negociador del gobierno) tejiendo especulaciones sobre este falso positivo informativo”.

En una entrevista concedida al periodista colombiano Jorge Enrique Botero y publicada en la jornada en la página de internet de las FARC, Márquez señaló que De la Calle “debería dedicarse más bien a mantener viva la esperanza de la opinión nacional” en el proceso de paz que se adelanta en La Habana y “no atizar dudas contra la marcha indefectible de Colombia hacia la reconciliación”.

Elogió la labor del fiscal, Eduardo Montealegre, en favor de la paz y pidió no permitir que se cuelen “chismes extra mesa” que interfieran en las negociaciones.

El viernes por la noche, en el canal regional Teleantioquia, Santos, al ser preguntado por el presunto plan de las FARC para atentar contra Uribe, aseguró que se estaban reforzando las medidas de seguridad del expresidente Uribe y de las demás personas mencionadas en el informe de inteligencia al que tildó de “viejo”.

En concepto del presidente, “estos atentados de la `Teófilo (Forero)’ vienen desde que yo era ministro de Defensa”, entre 2006 y 2009 y durante el gobierno de Uribe (2002-2010).

Uribe, un abogado de 61 años, es uno de los mayores críticos de las actuales negociaciones de paz entre el gobierno de Santos y las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

La columna “Teófilo Forero”, al mando de Hernán Darío Velásquez, alias “El Paisa”, ha sido responsabilizada por las autoridades de atentados como el ocurrido en febrero de 2003 en un club del norte de Bogotá con un saldo de 36 muertos, y en diciembre de 2006 del secuestro y asesinato del gobernador del sureño departamento de Caquetá, Francisco Cuéllar.