Fernando Borja Gallegos disfruta la paz y el respeto de la RD

Fernando Borja Gallegos disfruta la paz y el respeto de la RD

Es un apasionado de la historia universal y las biografías, por lo que una conversación con él es dar un paseo en el tiempo, que permite a su interlocutor conocer interesantes biografías de personalidades que mundialmente se han destacado por sus hazañas heroicas en diferentes épocas.

“Las biografías me parecen impresionantes, porque instruyen, distraen y disipan”, dice el embajador Fernando Borja Gallegos, quien entre un cigarrillo y otro, nos cuenta con alegría y un poco de nostalgia, parte de sus etapas de la niñez y adultez.

La charla con el diplomático se inicia en la sala de estar de su residencia con vista al Parque Mirador Sur, desde donde nos trasladamos a su lugar preferido -el estudio-. En ese ambiente matizado por el verdor y frescor que produce ese pulmón natural de la ciudad nos dice que proviene de un hogar en el que sus primeras enseñanzas fueron los principios tradicionales, arraigados a los preceptos morales, intelectuales y religiosos.

Fernando Borja Gallegos se remonta a su niñez con palabras halagadoras y de respeto hacia sus progenitores Ramiro Borja y Borja y Augusta Gallegos, resaltando de ellos la doctrina inculcada, de la que afirma estuvo siempre afianzada en los valores morales e intelectuales.

“Mi niñez se desarrolló en un ambiente inspirado en la intelectualidad de mi padre, quien es un prominente abogado con más de 50 años de ejercicio, que todavía a sus 84 años de edad ejerce la profesión, y la bondad de mi madre, quien nos enseñó a mí y mis hermanos los valores humanos y religiosos ”.

“Mi afición al Derecho nace de la admiración a mi padre, y porque creo que es la rama más importante de las Ciencias Sociales y Jurídicas, es por eso que cuando llegué a este país, en el que reina la libertad y el orden, reafirmé mi convicción de que la libertad, tal como dijo algún pensador, es como el alimento sin el cual no se vive; y el orden, como el agua sin la cual se muere; por eso, es que aquí puedo apreciar la belleza que caracteriza y rige esta hermosa tierra”.

Si vuelve a nacer sería de nuevo abogado, porque considera indispensable el orden jurídico para el buen funcionamiento de toda sociedad, “si desaparece el orden jurídico el caos y la anarquía avanzan y las sociedades sucumben”, dice.

Con palabras precisas y dulces narra sus sentimientos familiares, amorosos, y sobre su sentir por los dominicanos, a quienes define como personas de gran simpatía y respeto.

Aunque tiene poco tiempo en el país, ya lo considera como su segunda patria. “Llegué a este bello país el primero de octubre, y aunque es muy poco tiempo, ya me siento parte de él”.

Su vida sentimental está relaciona con Raquel Coronel, a quien nombra como su compañera. Al pronunciar ese nombre lo hace con orgullo y un brillo especial en sus ojos. Ella es su compañera de cuatro años, relación que califica de muy sólida. “Tengo una relación estable con Raquel Coronel; con ella comparto la felicidad, la ternura, y a veces transitorios pesimismo”.

Su carrera diplomática le ha permitido conocer muchos países, los cuales recuerda con agrado, y en algunos casos admiración por su historia y héroes que la forjaron. Es el caso de Paraguay, donde vivió una corta estadía. De ese país admira la valentía del general Francisco Solano López, quien en los años 1864 1870 defendió su patria contra la triple alianza.

[b]Misión diplomática: fomentar el turismo y el comercio[/b]

Desde su arribo a la República Dominicana, lo que más le apasionó fue el orden y libertad que se respira, así como la belleza de sus playas y bondad de su gente, lo que entiende crea un ambiente propicio para la felicidad.

“Desde que entregué al Presidente de la República Dominicana mis cartas credenciales, a principio de septiembre del año pasado, vivo agradecido del presidente de la República del Ecuador, por el honor de nombrarme embajador aquí, y también a la Providencia Divina, por haberme dado la oportunidad de estar en un país tan bello como este”.

Pese a la felicidad que dice encontró en el país, extraña a sus padres, hermanos, demás familiares y amistades.

Con voz trunca, y mientras nos mostraba su dedo índice izquierdo donde tiene el anillo obsequiado por su madre desde hace alrededor de 30 años, con el escudo de la familia impreso, dice: “la vida es compleja y contradictoria a veces, porque, por un lado uno goza del afecto de la gente dominicana, y por otro, uno extraña el afecto de su gente ecuatoriana”.

“Aunque extraño mi país me siento auténticamente feliz aquí; por mi mentalidad jurídica, la que aprecio y practico, subrayo y recomiendo, que en una sociedad debe respetarse el ordenamiento jurídico”.

Al referirse al desequilibrio y falta de paz que reina en el ámbito mundial, afirma que se debe a que las sociedades cada vez más sólo se preocupan por lo material, apartándose de lo espiritual, “es lo que produce caos sociales, es esencial que se retomen los valores tradicionales del ser humano, especialmente, la ternura y la bondad”.

[b]Proyectos futuros[/b]

Fernando Borja Gallegos dice que su deseo principal es cumplir eficazmente con la labor encomendada por su Gobierno, no sólo en lo relativo a los vínculos amistosos entre los dos pueblos, sino también en la promoción de intercambios comerciales, culturales y en el campo turístico.

Dada su motivación por la belleza de los puntos turísticos de la República Dominicana, informa que ya ha establecido reuniones con representantes del sector público y privado, con los que concretó un viaje a Ecuador, para promover la República Dominicana como destinos para sus turistas.

Indicó que la finalidad fundamental de los acuerdos con los representantes turísticos es que participen en seminarios sobre el sector que realizarán en su país para vender las hermosuras de la República Dominicana. Añade que una hermosa vía de promoción del turismo dominicano será a través de la Miss Universo Amelia Vega, quien entregará su corona el primero de junio de este año en Ecuador.

Afirma que tanto al presidente del Ecuador como al dominicano les une una sólida amistad basada en el respeto, por lo que las relaciones entre ambas naciones son magníficas en los actuales momentos y lo serán más aún.

“ Lo único que debemos hacer es continuar promoviendo e incrementando el turismo y las relaciones comerciales, y un aspecto importante lo sería también nuestro petróleo, nuestro país lo produce y la República Dominicana lo requiere. Es decir que existen muchos puntos para incrementar las relaciones comerciales entre ambos países”.

Al concluir su misión aquí su mayor satisfacción será haber conocido la República Dominicana en toda su extensióna

[b]Origen[/b]

Nació en Quito, capital de la República del Ecuador, el 5 de marzo de 1949. Sus padres son Ramiro Borja y Borja y Augusta Gallegos. Es el segundo de ocho hermanos: María del Carmen, Lucía, Magdalena, Leticia, Lucrecia, Alfonso y José María.

[b]Estudios y experiencias profesionales[/b]

Es egresado de la Escuela de Derecho de la Universidad Central del Ecuador, donde obtuvo un doctorado en Jurisprudencia. Realizó pos grados de Derecho Internacional en la Johns Hopkins University School of Advanced International Studies, en Washington D.C. en 1978; tiene un diplomado y reconocimiento de la Federación Nacional de Abogados del Ecuador.

De 1976 a 1978 fue cónsul general en Washington, y ha pasado cortas estadías en Paraguay y Argentina.

Fue coordinador del Instituto Ecuatoriano de Normalización, director de Trámites Legales de la Presidencia de la República del Ecuador, coordinador y encargado de la Dirección Administrativa de la Presidencia, secretario asesor del Ministerio de Gobierno, asesor de la Inspectoría General de la Armada Nacional, jefe de Relaciones Públicas del Colegio Militar “Eloy Alfaro”, jefe de Relaciones Públicas del Ministerio de Defensa Nacional, procurador síndico municipal de Quito, profesor de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central, jefe de Asesoría Jurídica del Instituto Ecuatoriano de Telecomunicaciones, abogado asesor del Cabinete del Ministerio de Relaciones Exteriores, con rango de embajador, asesor del Ministerio Fiscal General, columnista de los diarios “El Tiempo” de Quito y “Extra” de Guayaquil, asesor jurídico de la Vicepresidencia de la República, asesor de prensa del Ministerio de Defensa Nacional. Publicó “El protocolo de Río de Janeiro, 50 años después; El Cenepa, y Apuntes de Derecho Constitucional de la Academia de Guerra del Ejército, es también asesor jurídico de la Procuraduría General del Estado y de la Asamblea Constituyente, miembro del Centro Ecuatoriano de Estudios Constitucionales, jefe de asesoría jurídica del Consejo de Seguridad Nacional y embajador Extraordinario y Plenipotenciario del Ecuador en las Repúblicas Dominicana y de Haití.

[b]A CORAZÓN ABIERTO[/b]

Un deporte: Caminar.

Lectura preferida: Historia y biografías. Le apasiona la obra “María Antonieta” de Stefan Wioys.

Cree: Fielmente en Dios, porque considera indispensable que el ser humano crea en un ser Supremo.

Admira: Al poeta Pablo Neruda; en el campo histórico a Napoleó; la perseverancia del pueblo de Israel, por su lucha constante para lograr su soberanía desde la Segunda Guerra Mundial, y también a los norteamericanos.

Virtud: No ser “tonto”

Defecto: Fumar.

Bebida: La cerveza Presidente.

País: República Dominicana. “Es mi segunda patria”.

Día de la semana: Sábado. Porque es un intermedio entre el intenso trabajo y el descanso.

Hora del día: Las 10:00 de la noche.

Aroma: De los rosales.

Sabor: La menta.

Color: El bronceado del sol, la combinación que se produce entre el tono café y el negro.

Música: “Los Pasillos” ecuatorianos, “pese a que es un ritmo triste es muy sublime”. “También me gusta el merengue, ritmo que aspiro aprender a bailar”.

Se define: Como un hombre puntual, que admira la rectitud y le repugna la mentira. “Todo se puede disculpar en un ser humano, excepto la mentira”.

Fruta: La papaya (lechoza).

De los demás espera: La reciprocidad

de una amistad verdadera.

Refugio preferido: El estudio.

Animal: El perro, por su fidelidad

Frase con la que se indentifica: “Soy amante de la verdad”.

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