Nueva York. El español David Ferrer, aún renqueante de su lesión de codo, pero con las tablas de años rondando los primeros puestos del tenis mundial, pasó hoy a la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos en un partido “muy duro” en el que bajó “un poco físicamente” pero aguantó bien “de cabeza».

Ferrer se impuso al serbio Filip Krajinovic en una ajustadísima victoria 7-5, 7-5 y 7-6 (4) marcada por “muchísimo calor, un bochorno y un agobio” que le hicieron “olvidarse del codo”, aseguró a la prensa minutos después del encuentro.

El valenciano es ahora mismo el tenista español con mejor posición en la clasificación de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) -es el séptimo a nivel mundial- y ha sido el primero en clasificarse a la tercera ronda, donde se enfrentará al francés Jeremy Chardy.

Su evolución, tras dos meses de lesión, sigue siendo positiva. “Hoy he jugado mejor que el primer día, cada vez tengo más confianza en mí mismo”, aseguró.   Salió sin vendaje en la articulación (“me quita elasticidad para el saque”, explicó) y reconociendo que solo le limita “en los primeros saques y cuando hay que defender de cortado”, especificó.

De cara a su próximo rival reconoce que tendrá que esforzarse ante un jugador que tiene “muy buena derecha». “No habrá tanto ‘rally’ pero tendré que estar atento”, concluyó.