Ciudad Panamá. –Entre decenas de rascacielos, el famoso canal y uno de los deportes más populares del mundo, Ciudad Panamá se hizo la anfitriona del torneo más importante del área en materia deportiva, en donde República Dominicana fue una de las selecciones más destacadas.

Los panameños acaban de pasar con altas notas el montaje de su evento, uno que fue altamente competitivo en lo técnico y que con la ayuda de la Federación Internacional, tuvo la calidad debida en la organización.

Fueron siete días de baloncesto activo (19 al 25 de junio), en los que 10 naciones participantes, además de aspirar por el título, esperaban hacerse con uno de los cinco boletos clasificatorios para la División A de la eliminatoria hacia la Copa Mundial FIBA 2019, y la AmeriCopa 2017 (Torneo en el cual competirán las mejores naciones del continente americano).

Más allá de lo que pasaba en la Arena Roberto Durán, una que alberga hasta 18 mil personas, sin importar quien ganaba y quien perdía, este destino fue un gran complemento turístico para todos los dominicanos que vinieron al evento.

Usted piensa en Panamá e inmediatamente el nombre de Rubén Blades llegará a su cabeza, esta mega estrella mundial fue el responsable de la apertura del torneo el domingo 19.

Blades, con Amor y Control, fue aplaudido por todos los presentes. Igual estuvo cantando el Himno de Puerto Rico el también salsero Gilberto Santa Rosa.
Desde Santo Domingo, Punta Cana y Santiago, salen más de 10 vuelos diarios hacia el Aeropuerto de Tocumen, vía Copa Airlines, que fue patrocinador oficial del Centrobasket 2016.

Esta aerolínea panameña ha sido reconocida por tercer año consecutivo como la aerolínea más puntual de Latinoamérica por la compañía internacional “FlightStats” y también fue nombrada, recientemente, por la “Official Airline Guide” como la aerolínea más puntual de Latinoamérica y la segunda del mundo.

Más que llegar y hacer transacciones comerciales, Ciudad Panamá tiene el famoso Casco Antiguo, que guarda las mejores memorias de su historia colonial, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Asombroso. Al Canal de Panamá se le ha llamado la “Octava Maravilla del Mundo”, y con justa razón, trabajaron más de 250,000 personas de todas parte del mundo por más de 10 años para construirlo, y sigue como un monumento del ingenio y poder de convicción de la especia humana. En 2014 el Canal celebró su centenario.